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La Autoridad del Canal de Panamá informó que el consorcio internacional a cargo de la construcción del nuevo carril de esclusas para ensanchar la vía marítima ha reanudado los trabajos el jueves por la tarde, dos semanas después de haberlos paralizados completamente.
"El consorcio ha garantizado que va a seguir trabajando, que era nuestro principal objetivo para que podamos seguir adelante y tratar otros asuntos para un acuerdo a largo plazo", manifestó el administrador del Canal, Jorge Luis Quijano. Agregó que la actividad consistió más que todo en trabajo de remoción de tierra.
La entidad panameña anunció la noche del miércoles que Grupo Unidos por el Canal, liderado por la empresa española Sacyr, prometió retomar el jueves los trabajos que paralizó totalmente a comienzos de febrero al prolongarse un conflicto por reclamos de sobrecostos por más de 1.600 millones de dólares en un proyecto que se licitó en 3.118 millones a mediados de 2009.
Sin embargo, el presidente panameño Ricardo Martinelli dijo el jueves en declaraciones a los medios locales que lo de la reactivación de la obra "no es del todo cierto", y que "parece ser que hay alguna diferencia interna entre los distintos contratistas". La empresa italiana Impregilo es el otro socio mayoritario del grupo de empresas, que completan la belga Jan De Nul y la panameña Cusa.
La actividad en el terreno, sin embargo, fue casi imperceptible, según reportes de medios locales. En el lado Atlántico de la expansión se observó a algunos trabajadores en el campo, aunque las maquinarias permanecieron paralizadas.
El consorcio aseguró, antes de las declaraciones de Quijano, que la reactivación de los trabajos "se hace siguiendo un procedimiento que permitirá que la obra esté a pleno rendimiento en el menor tiempo posible".
"En paralelo, GUPC (Grupo Unidos por el Canal) mantiene una comunicación abierta con la ACP (Autoridad del Canal de Panamá) con el fin de firmar el memorando en los próximos días", agregó.
La Autoridad del informó el miércoles que el contratista había aceptado reanudar los trabajos y que se daban un período de al menos tres días para ponerse de acuerdo en varios aspectos importantes que allanarían el camino a una solución definitiva.
La entidad panameña fue clara en que si bien se habían tomado decisiones el miércoles, "persisten algunos temas en los que no se ha logrado concordancia".
Dijo que tan pronto fuesen reanudados los trabajos, pagará 37 millones de dólares al consorcio para que cumpla con los salarios pendientes de los obreros y compromisos con los proveedores. Quijano dijo el jueves que el pago se realizará el viernes.
Queda pendiente la fórmula financiera que utilizarán las partes para garantizar la liquidez que requiere el 30% de lo que resta de la construcción del nuevo carril de esclusas, así como otros asuntos por resolver como definir el calendario para la entrega de la mayoría de las compuertas y la moratoria que dará el canal al consorcio para el pago de adelantos otorgados al inicio de los trabajos y que superan los 700 millones de dólares.
Las partes ya han acordado que los reclamos por sobrecostos que dispararon el conflicto al despuntar 2014 se ventilarán en las instancias que establece el contrato y que en última instancia contempla un arbitraje internacional.
Quijano reiteró el jueves que este acuerdo tentativo para reanudar las obras no implica que se esté aceptando esos reclamos.
El conflicto ha causado un nuevo retraso en el ambicioso plan panameño de 5.250 millones de dólares. Inicialmente la obra que había sido programada para estar lista en octubre de 2014 se corrió para junio de 2015, pero a raíz del litigio se ha previsto que esté terminada en el cuarto trimestre de 2015, dijo la semana pasada su administrador Jorge Quijano.
Los puertos y astilleros en todo el mundo ya se preparan para enfrentar el impacto de un canal panameño ampliado, por donde se estima transita actualmente entre 5% y 6% del comercio marítimo mundial.