El canciller interino de Brasil, Eduardo dos Santos, viajó hoy a Bolivia para representar a la presidenta Dilma Rousseff en la reunión de países sudamericanos de desagravio al presidente boliviano Evo Morales, tras la negativa de países europeos en autorizar el sobrevuelo del avión que lo transportaba a La Paz.
El secretario general del Ministerio de Relaciones Exteriores fue designado para representar al gobierno brasileño porque el titular de la cartera, el canciller Antonio Patriota, se encuentra hoy en Holanda.
A diferencia de otros presidentes sudamericanos -como Cristina Fernández de Kirchner, de Argentina; José Mujica, de Uruguay, y Nicolás Maduro, de Venezuela-, Rousseff optó por no viajar a Cochabamba para la reunión y eligió cumplir con las citas programadas por su agenda oficial, que la llevaron hoy al nororiental estado de Bahía.
En la noche del miércoles la mandataria brasileña divulgó un dúrisimo comunicado en el que expresó su "repudio e indignación" ante la actitud de los gobiernos europeos.
En la nota, la mandataria califica de "inaceptable" el "constreñimiento" impuesto por varios países europeos a Morales y apunta que esa actitud expuso el mandatario boliviano a "riesgo de muerte".
"El constreñimiento al presidente Morales afecta no sólo a Bolivia, sino a toda América Latina. Perjudica el diálogo entre los dos continentes y posibles negociaciones entre ellos", agrega el comunicado. /DPA