DPA
El descarrilamiento de un tren -que no dejó víctimas- generó hoy un caos en Río de Janeiro y dejó sin transporte a los usuarios del sistema urbano de ferrocarriles, que a diario emplean unos 600.000 pasajeros.
Según el secretario de Transportes de la ciudad brasileña, Carlos Roberto Osorio, el problema se inició poco después de las 05:00 hora local (07:00 GMT), cuando un tren descarriló cerca del barrio Sao Cristóvao -vecino al famoso estadio Maracaná- y dañó la red de transmisión de energía, afectando a todo el sistema.
En un intento de atenuar el problema, la Municipalidad desplazó autobuses para trasladar a los pasajeros de los trenes y aumentó la frecuencia del metro, pero ello no evitó que se formaran largas colas de personas que buscaban llegar a sus lugares de trabajo.
"Atender a 600.000 pasajeros no es una operación sencilla", argumentó el secretario de Transportes, quien agregó que la situación recién empezó a volver al normal cinco horas después del accidente, y que los problemas podrían repetirse al final de la tarde, cuando termina la jornada laboral y aumenta el flujo de pasajeros del sistema de transporte público.