EFE
Las ciudades de América Latina se han convertido en grandes centros productivos que reflejan problemas estructurales de la región como la segregación social, la violencia y un desarrollo poco sostenible con el medioambiente, dijo la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena.
En una entrevista con Efe en vísperas de la celebración en Quito de la Conferencia Hábitat III de Naciones Unidas sobre vivienda y desarrollo urbano, Bárcena afirmó que el principal desafío de las urbes latinoamericanas es lograr una mayor igualdad, sostenibilidad y productividad económica.
"La región tiene un nivel de urbanización del 79,5 %. El desafío de hace diez años, que era la migración del campo a la ciudad, se ha transformado en cómo logramos la sostenibilidad de las ciudades", dijo la responsable de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Bárcena, que asistirá a la cumbre que se realizará del 17 al 20 de octubre, explica que la Cepal ha coordinado un informe sobre desarrollo y urbanización en América Latina que contribuirá en la elaboración de la nueva agenda urbana que saldrá de Hábitat III.
Las ciudades latinoamericanas son actualmente en ejes productivos, como pone de manifiesto que el 70% del producto interno bruto (PIB) regional se genera en urbes.
Según la secretaria ejecutiva de la Cepal, este crecimiento ha dejado al descubierto inconvenientes y carencias que se repiten en metrópolis como Ciudad de México, Sao Paulo, Buenos Aires o Bogotá, como la violencia urbana, que entre 2000 y 2010 se incrementó un 11%.
El tráfico vehicular, la precariedad del transporte público, la contaminación del aire, la gestión de los desechos y el acceso al agua potable, especialmente en la periferia, son problemas que comparten las grandes ciudades latinoamericanas, precisó Bárcena.
También surgen dificultades por los distintos modelos de gestión en las metrópolis y su división administrativa.
"Hay diferentes unidades de gestión -alcaldes, delegaciones, cantones, comunas- que tienen que ponerse de acuerdo en ciertas políticas y a veces cuesta porque los alcaldes son de partidos opuestos y es difícil ponerse de acuerdo", explicó Bárcena.
En materia de vivienda, los proyectos sociales y de vivienda de protección oficial han quedado "rezagados" y fomentan la segregación, señaló la diplomática mexicana.
"Servicios como las escuelas y los hospitales también segregan. Los servicios públicos van quedando en la parte más precaria de la ciudad y los servicios privados se van hacia los barrios más elitistas", apuntó.
Según Bárcena, la Conferencia Hábitat III debe entregar las directrices para que las ciudades se conviertan en un "macro bien público", y puso como ejemplo de desarrollo urbano a París.
En América Latina, señaló, se ha solucionado razonablemente bien el acceso a bienes duraderos puertas adentro pero aún escasean bienes públicos como la seguridad ciudadana o buenos sistemas de transporte.
Por ello, el gran desafío de la reunión de Quito es lograr aumentar la productividad y el crecimiento económico de las ciudades, aunque hacerlo de un modo amigable con el medioambiente y con una mayor distribución de los beneficios.
"Hay que ver como generar ciudades que ahora se llaman ‘ciudades inteligentes’, pero en el fondo es lograr que las ciudades sean espacios productivos y no solo depósitos de residuos y de contaminación", señaló la responsable de la Cepal.