EFE
Colombia se reivindicó este martes en Naciones Unidas como ejemplo de que poner fin a años de conflicto y lograr la paz es posible si se usan las recetas adecuadas.
"En Colombia demostramos que poner fin a los conflictos más complejos y encontrar caminos de entendimiento es posible. Sanar las heridas producto de décadas de confrontación, es posible", dijo el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ante la Asamblea General.
Lo hizo durante un encuentro de alto nivel sobre la construcción y el mantenimiento de la paz, en el que la ONU subrayó la necesidad de apostar por nuevos enfoques para evitar y acabar con las guerras.
"Debemos reconocer que en algunos aspectos fundamentales nuestro mundo va hacia atrás", dijo el secretario general de la organización, António Guterres, que pidió a los líderes internacionales más unidad y valor para sentar las bases de una paz sostenible.
Santos, uno de los pocos jefes de Estado que intervinieron en la cita, explicó que en el caso de la paz entre Colombia y las FARC fue fundamental "sentar las bases correctas desde el principio" con el fin de convertir la paz en una "oportunidad histórica para superar los grandes problemas no resueltos por culpa de la guerra".
Entre otras cosas, destacó la importancia de lograr un "equilibrio" entre paz y justicia, de garantizar los derechos de las víctimas y de facilitar la reintegración de los excombatientes.
"Hoy esa guerrilla, que por décadas asoló a nuestro país, es un partido político legal que participa en las elecciones y que busca el favor de los ciudadanos con el discurso y no con las armas", recordó.
Santos reconoció que Colombia tiene aún "inmensos desafíos" por delante, empezando por el de "llevar el Estado a todos los rincones del país" y "generar oportunidades de desarrollo económico y social de largo plazo".
"Construir la paz es como construir una catedral. Es un proceso largo y complejo que toma tiempo: ladrillo por ladrillo. Y nosotros apenas estamos comenzando, pero ya hay resultados", aseguró.
En declaraciones posteriores a los periodistas, Santos abordó algunos de esos problemas con los que se está encontrando el país, como la violencia en la región de Catatumbo o las acciones en la frontera con Ecuador de un grupo de disidentes de las FARC.
"Estamos detrás de este bandido. Tenga la seguridad de que va a caer", dijo sobre el presunto líder del grupo, Walter Patricio Arizala, alias "Guacho".
En su discurso, el presidente colombiano aseguró además que ahora mismo el narcotráfico es la "principal amenaza contra la paz" en el país y llamó a la comunidad internacional a buscar enfoques diferentes al de la llamada guerra contra las drogas.
"La guerra que declaró el mundo contra las drogas hace más de 40 años no se ha ganado. La estrategia basada exclusivamente en la prohibición y la represión solo ha generado más muertos, más presos, más organizaciones criminales más peligrosas", aseguró.
"Quiero reiterar una vez más mi llamado urgente al mundo para que abramos los ojos. Que reconozcamos que si seguimos haciendo lo mismo, seguiremos teniendo los mismos resultados: más presos, más muertos, mafias más fuertes", insistió.
Santos aprovechó su viaje a Nueva York para mantener encuentros con Guterres y con algunos de los jefes de Estado presentes, como el rey Felipe de Bélgica y el presidente de Irlanda, Michael D. Higgins.
Muchos otros países estuvieron representados en la cita a nivel ministerial, entre ellos los cancilleres de Venezuela, Jorge Arreaza, y de Perú, Néstor Popolizio, que mantuvieron un encuentro bilateral en los márgenes de la reunión.
Ante la Asamblea General, Arreaza llamó a usar la diplomacia preventiva para evitar conflictos, pero pidió hacerlo "de buena fe" y no como un "instrumento para interferir en los asuntos internos de los Estados miembros".
2018-04-24
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