La maniobra de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes por forzar una votación en el pleno sobre un proyecto de reforma migratoria estancado desde hace meses recibió hoy el "aplauso" tanto de activistas proinmigración como del propio presidente estadounidense, Barack Obama.
"Aplaudo los esfuerzos de los demócratas en la Cámara para darle a la reforma migratoria un merecido voto de ‘sí o no'", dijo Obama en un comunicado emitido por la Casa Blanca pese a que el mandatario se encuentra en plena gira europea.
"La reforma migratoria es lo correcto para nuestra economía, nuestra seguridad y nuestro futuro" y además "una gran mayoría de los que viven en Estados Unidos están de acuerdo", sostuvo el presidente.
"Lo único que se interpone en el camino es la falta de voluntad de los republicanos en el Congreso para ponerse al día con el resto del país. Y quiero agradecer a los líderes del Congreso que están haciendo de su parte para seguir adelante", agregó.
Su mensaje se conoció después de que los congresistas demócratas lanzaran este miércoles formalmente la denominada "petición de descarga" para tratar de que el pleno de la cámara baja del Congreso vote sobre una propuesta de ley de reforma migratoria, la HR 15, que languidece desde hace meses por la oposición del líder de la mayoría republicana, John Boehner, a permitir que la iniciativa sea votada en el pleno.
La "petición de descarga" es una fórmula legal que permite precisamente sacar un proyecto de ley estancado en alguno de los comités del hemiciclo y llevarlo a votación en el pleno. Para ello se requiere sin embargo que esta petición cuente con mayoría absoluta de la Cámara Baja, es decir, 218 miembros.
Y es allí donde reside el problema, señalaron medios como el diario electrónico "Politico": incluso si todos los demócratas apoyan la petición, no suman más que 199 votos, por lo que necesitarán el apoyo de 19 congresistas republicanos para una maniobra que es considerada como "una señal de deslealtad por parte de un miembro del partido en mayoría" de la Cámara, recordó la publicación.
Con todo, la maniobra supone un punto de presión más para el liderazgo republicano en el Congreso, que ha frenado hasta ahora cualquier intento de votación migratoria, pese a que el Senado ya aprobó una iniciativa bipartidista en junio del año pasado y que la HR15, aunque es un proyecto demócrata presentado en octubre de 2013, cuenta con respaldo bipartidista.
"La forma en que el liderazgo republicano lidie con la cuestión de la inmigración los próximos meses determinará en buena parte la política nacional de las próximas décadas", dijo al respecto el congresista demócrata Luis Gutiérrez, uno de los legisladores que más han presionado por lograr la reforma migratoria los últimos años.
"Los republicanos pueden elegir entre ser un partido competitivo a nivel nacional que apoyan la inmigración legal o un partido regional en minoría que sólo logra apoyar la deportación", advirtió.
En el trasfondo de las tribulaciones republicanas está la disyuntiva que afronta el partido actualmente en la oposición de cara a las elecciones: y es que si bien la mayoría de analistas coinciden en que si los republicanos quieren recuperar la Casa Blanca necesitarán el apoyo del voto inmigrante, sobre todo hispano, y por tanto apoyar algún tipo de reforma migratoria que es prioritaria para este electorado, a nivel parlamentario los cálculos son muy distintos.
Ello se debe a que muchos congresistas y senadores, sobre todo republicanos, que proceden de distritos donde la inmigración no es un tema prioritario, temen ser desafiados por candidatos más conservadores aún en materia migratoria durante las primarias internas que están a punto de comenzar de cara a las elecciones del próximo noviembre, en las que se renovará un tercio del Senado y toda la Cámara de Representantes.
La "petición de descarga" promovida hoy por la líder de la minoría demócrata en la cámara baja, Nancy Pelosi, se produce un día después de que la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés), una instancia independiente, calculara que la HR 15 que los demócratas quieren ahora llevar a votación en el pleno permitiría reducir el déficit del país en 900.000 millones de dólares durante las próximas dos décadas.
dpa