2001.com.ve | EFE
Las autoridades brasileñas desarticularon un grupo que vendía armas y munición de uso restringido a los cuerpos de seguridad en localidades del estado de Río de Janeiro, que afronta una grave ola de violencia, informaron fuentes oficiales.
Las armas comercializadas por esta banda llegaban a tener un precio de 15.000 reales (unos 3.700 dólares) y eran suministradas "posiblemente" por un agente de la Policía Militarizada, que aún no ha sido identificado, según señaló la Fiscalía en un comunicado.
Las autoridades identificaron a tres sospechosos de integrar esta célula en la que tenían funciones delimitadas y hacían las veces de intermediarios entre proveedor y cliente.
De acuerdo con la denuncia, Fabricio de Oliveira era el responsable de adquirir las armas, municiones y accesorios y entregárselas a Neliomar Rodrigues y Lincoln de Almeida, quienes vendían el material al comprador.
Estos dos últimos también se encargaban de captar nuevos clientes e informar al primero sobre eventuales pedidos.
El grupo actuaba en los municipios fluminenses de Tres Ríos y Duque de Caxias, uno de los barrios que integra la Baixada Fluminense, que es una de las zonas más deprimidas y peligrosas próxima a la ciudad de Río de Janeiro.
La investigación surgió a raíz de las evidencias encontradas durante un operativo contra una banda de traficantes que practican los denominados "secuestros relámpagos".
En esa operación fue detenido Fabricio de Oliveira, en cuyo teléfono móvil hallaron informaciones sobre esa trama de venta de armas de fuego con los otros dos sospechosos, a los cuales se les ha decretado prisión preventiva.
El estado de Río de Janeiro afronta una grave crisis de seguridad que se desató tras la celebración de los Juegos Olímpicos de 2016 y que ha alcanzado su máximo pico en este 2018.
Ante el aumento de la violencia, el presidente de Brasil, Michel Temer, decretó el pasado 16 de febrero una intervención federal en el área de seguridad de Río, que dejó en manos de las Fuerzas Armadas el control del orden público.
No obstante, la presencia de las Fuerzas Armadas en Río no se ha traducido en un descenso notable de la criminalidad y los episodios de violencia se repiten hasta hoy en el estado fluminense, el tercero más poblado del país.
2018-08-31
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