AFP
La detención de dos militares y siete civiles bolivianos en Chile, en un confuso incidente que tiene hasta ahora dos versiones, sumó un nuevo frente de tensión entre ambos países y despertó la furia del gobierno de Evo Morales, que lo tildó de "agresión".
Para la presidenta chilena, Michelle Bachelet, la detención ocurrió en suelo chileno en momentos en que estaban "cometiendo delitos", mientras que el gobierno boliviano afirma que sus funcionarios fueron "secuestrados" cuando combatían el contrabando en su propio país.
"Fue un robo de un camión con productos y la intención de robarse varios camiones más", dijo Bachelet este lunes, refutando la versión que dio en La Paz el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García, quien denunció el supuesto secuestro de sus efectivos.
La policía chilena confirmó que la detención ocurrió la tarde del domingo en la comuna de Colchane, a unos 1.950 kilómetros al norte de Santiago y limítrofe con Bolivia.
El nuevo incidente diplomático entre dos países que mantienen rotas sus relaciones diplomáticas desde marzo de 1978 ocurre en vísperas de que el gobierno de Evo Morales entregue en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya la réplica a la contrademanda que Chile presentó a la solicitud de La Paz de conseguir una salida soberana al mar.
Bolivia busca recuperar el acceso al mar que perdió en una guerra librada a fines del siglo XIX.
– Fueron "secuestrados" –
Si para Chile la detención forma parte de una acción legítima de defensa ante un supuesto delito, para Evo Morales la detención es una agresión a su pueblo.
"Chile, con su vocación de agresión contra Bolivia, demuestra nerviosismo ante la contundencia de nuestra réplica en La Haya", escribió Morales este lunes en su cuenta de Twitter, en la que exigió la "inmediata liberación" de los detenidos.
Por su parte, el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García, mostró este lunes en rueda de prensa fotografías de un camión con placa chilena que transportaba supuestamente contrabando e hizo oír una grabación donde el oficial boliviano reporta a sus superiores el incidente.
Los policías chilenos "traspasan la frontera" e ingresan a territorio boliviano, "en un acto de protección al contrabando proceden a la detención de dos miembros del Ejército" y siete aduaneros civiles, acotó García.
El tráfico de camiones desde los puertos chilenos hacia Bolivia -que usan las terminales portuarias del norte, amparados en el tratado que dio final a la guerra de 1879- es otro de los puntos de protesta de Morales, que acusa a su vecino de maltrato y persecución a sus transportistas.