El dueño del edificio de ocho plantas que se derrumbó el pasado miércoles en Bangdalesh, causando 373 muertos, fue arrestado en la ciudad fronteriza de Benapole cuando intentaba huir a la India, informó el ministro local de Desarrollo Regional, Yahangir Kabir Nanak.
El propietario del edificio, Sohel Rana, está acusado de haber utilizado en la construcción materiales de mala calidad. Antes habían sido arrestados ya otros tres propietarios de talleres de ropa, acusados de obligar a sus empleados a trabajar pese a las grietas que se habían formado, y dos responsables del ayuntamiento de inspeccionar la construcción.
"La bestia con rostro humano que construyó una trampa mortal fue arrestado cuando intentaba huir del país", declaró Nanak mientras inspeccionaba las labores de rescate.
La primera ministra de Bangladesh, Sheij Hasina, se había comprometido a llevar ante la Justicia a los responsables de la tragedia. La oposición reaccionó con escepticismo a esta promesa, ya que Rana es un político local del partido gobernante de Bangladesh, la Liga Awami.
Por otra parte, los medios españoles se hacen eco de que un empresario español, copropietario de un taller de ropa del edificio, es uno de los principales sospechosos en la investigación. David Mayor es director general de Phantom-Tac, una compañía participada a partes iguales entre Phantom Apparels (Bangladesh) y Textile Audit Companny (España). Esta empresa ocupaba más de 20.000 metros cuadrados en el edificio derrumbado, según el sitio web de la empresa.
Miles de trabajadores y residentes se manifestaron en las calles para exigir la pena de muerte para los responsables del desplome del edificio en Savar, 25 kilómetros al noroeste de Sacca. Allí había cinco fábricas textiles, un banco y varios negocios.
Los equipos de rescate han recuperado hasta ahora 373 cadáveres y seguían tratando de encontrar personas con vida. Hoy sacaron a otros cuatro supervivientes, informó el periódico "Daily Star" en su web.
Los supervivientes se encontraban en la cuarta planta del edificio. Los equipos de rescate utilizaron por primera vez grúas para quitar las pesadas placas de hormigón. "En este momento no hay otra alternativa que el uso de maquinaria pesada", dijo el jefe de la operación de rescate, Syed Hassan Suhrawardy.
Casi 2.500 personas pudieron ser rescatadas con vida.
Durante todo el fin de semana ha habido manifestaciones en el país para reclamar mejores condiciones laborales y la detención de los responsables de la catástrofe.
Las protestas motivaron el cierre de unas 4.000 fábricas textiles. Los manifestantes bloquearon calles, destrozaron automóviles y dañaron algunos comercios en el barrio industrial de Dacca.
La policía empleó gas lacrimógeno y balas de goma para dispersar a los manifestantes en la capital y sus alrededores. Al menos 20 trabajadores resultaron heridos durante la acción policial.
Bangladesh es uno de los mayores productores de ropa. La industria textil del país paga a sus trabajadores los sueldos más bajos de todo el mundo./DPA