Jueves 12 de Diciembre - 2024
VENEZUELA
Escoge tu edición de 2001online.com favorita
Venezuela
América

Disputa presupuestaria alienta sueños independentistas en EEUU

Sabado, 12 de octubre de 2013 a las 07:30 pm
Suscríbete a nuestros canales

 La independencia es para muchos ciudadanos estadounidenses un bien preciado. Cuanto mayor sea la frustración por el gobierno de Washington, mayor es el anhelo independentista. Y tras cinco años de gobierno Obama, muchos ultraconservadores están tan hartos del predomino de la supuesta izquierda y de las elites urbanas que están siguiendo planes concretos para una secesión.

En Texas son ya un número considerable los que sueñan con la creación de su propio estado: la "República de Texas". Y en otros lugares existen planes similares. En el estado de Colorado, hay once distritos rurales que quieren crear "New Colorado", para poder preservar sus leyes de armas y su forma de vida conservadora sin injerencia de las entidades estatales.

También hay aspiraciones independentistas similares en el norte de California. Los activistas están llevando a cabo allí una campaña para escindirse del estado confederado, que en su opinión está dominado por las áreas económicas de Silicon Valley y Los Angeles, que quedan a más de 1.000 kilómetros al sur de distancia.

En los distritos rurales de Modoc y Siskiyou ya existen aspiraciones bien definidas: unirse con otras localidades del norte de California y con algunas del sur de Oregón, el estado vecino, para conformar el estado número 51 de la Unión, al que darían el nombre de Jefferson.

"Este estado ha matado la industria del salmón y de la madera", dijo Robert Smith al "Eureka Times-Standard". "En los años 70 y 80 éramos prósperos, pero ahora nos han convertido en tercermundistas. No hay razón alguna para que los ríos no sigan siendo lo que fueron, pero siguen quitándonos nuestra agua. No les importa como vivimos aquí en el norte. No les importa si nos morimos de hambre", se lamentó.

Pero no resultará tan fácil como algunos de estos independentistas se lo imaginan. Las trabas para crear un nuevo estado dentro de la Unión son muchas y no sólo tiene que dar su aprobación el parlamento de California, sino también el Congreso de Estados Unidos.

La última vez que en Estados Unidos nació un estado fruto de una secesión fue Virginia Occidental en 1863. La razón fue que no se quería plegar a la decisión del estado de Virginia de sumarse a los Estados Confederados de América, los estados sureños del país que abogaban por mantener la esclavitud.

Sin embargo estos obstáculos no amedrentan a los secesionistas. Probablemente los que más hayan avanzado en esas aspiraciones son los de Colorado, donde los representantes de once distritos rurales independentistas, con 350.000 residentes, votaron a favor de someter a las urnas en noviembre una propuesta de escisión.

La iniciativa está dirigida por Jeffrey Hare, de 44 años, quien argumenta sus aspiraciones con los movimientos del gobierno liberal para imponer el control de armas y la energía alternativa. "Se remonta a años y años de negligecia y en algunos casos, hostilidad hacia las áreas rurales del estado", dijo Hare en declaraciones a ABC News.

En Maryland, el defensor de la secesión Scott Strzelczyk considera que una posible fragmentación de los 50 estados federados en entidades más pequeñas sería un camino para regresar a la paz y la armonía en el sistema político del país. "Por esa vía tenemos diferentes posibilidades y toda la gente diferente tendría vías para vivir juntos en armonía sin pelearse entre ellos", dijo en declaraciones a la emisora Voice of America (VOA).

Steve Mazurana, ex profesor de política en la Universidad de Colorado del Norte, no apoya estas aspiraciones y asegura que son una utopía de chiflados. "Tiene pocas posibilidades reales de prosperar y en caso de que alguien lo consiga, acabará en una catástrofe", profetizó en conversación con dpa.

Y para avalar su tesis, Mazurana señala que en su opinión el independentismo cuenta de poco apoyo entre la población. Además está promovido por representantes locales afiliados al Tea Party y a la línea dura de los republicanos, los primeros en defender en Washington una postura intransigente en la amarga lucha para superar la parálisis del gobierno. "Precisamente su política está basada en el enojo o el supuesto enojo. Necesitan una campaña continua para seguir recabando fondos", agregó.

Además, los que apoyan la secesión ignoran que los condados independentistas generalmente cuentan con más beneficios procedentes del Estado que lo que ellos pagan en impuestos, indicó el profesor, quien también apuntó que tampoco se está teniendo en cuenta la complejidad de la creación de nuevos gobiernos, sistemas legales o acuerdos, por ejemplo, sobre los derechos del agua.

Con todo, el simple hecho de que emerjan estos planes constituye un reflejo de un ambiente político enrarecido en Estados. Una sana desconfianza en el gobierno ha estado siempre presente en la democracia estadounidense desde la guerra de independencia de los británicos, dijo Mazurana, pero la actual situación va demasiado lejos. "Las cosas que les preocupan no se van a resolver con un compromiso, ni tampoco con la creación del estado número 51″./DPA