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El número de mariposas Monarca que hibernan en México tuvo una dramática caída de 43,7% este año, el nivel más bajo desde que comenzó a estudiarse en 1993, según un informe divulgado el miércoles que llevó a expertos a prever que su migración anual de Estados Unidos y Canadá está en riesgo.
El reporte advierte que la migración de la Monarca para pasar el invierno en México podría incluso desaparecer, entre otras razones por el daño que los cultivos genéticamente modificados han provocado a las plantas de algodoncillo con las que se alimentan las mariposa en Estados Unidos, climas extremos y una reducción de su hábitat en los bosques mexicanos por la tala ilegal.
Después de declives permanentes en los tres años anteriores, las mariposas cubren ahora un área de sólo 0,67 hectáreas en los bosques de pino y abetos del centro de México, comparada con las 1,19 hectáreas en las que se encontraban hasta el año anterior, de acuerdo con el reporte del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) y autoridades ambientales de México.
La cifra está muy por debajo de las más 18 hectáreas que llegaron a cubrir en 1996. Debido a que esas mariposas naranja y negro se amontonan por miles en los árboles, los expertos no pueden contarlas de manera individual, sino por el área que cubren.
El declive en la población de las Monarca marca ahora una tendencia que no puede verse sólo como una combinación de eventos estacionales, señalaron expertos.
Sin embargo, no se prevé que la Monarca esté en peligro de extinción como especie.
El anuncio sobre la situación de la mariposa llega al cumplirse el 20 aniversario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y que llevó a los tres países que lo integran (México, Estados Unidos y Canadá) a firmar, entre otros, acuerdos ambientales para proteger a las especies migratorias como la Monarca, que ha sido adoptada como símbolo de la cooperación trilateral.
"A 20 años de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la migración de la Monarca -símbolo de la cooperación entre los tres países- está en grave riesgo", dijo Omar Vidal, director en México del WWF.
El reporte señaló que la dramática caída de la Monarca ha sido causada entre otras cosas por la tala ilegal en las montañas de México donde las mariposas dependen de los árboles, además de cambios en las prácticas agrícolas y el desarrollo urbano en Estados Unidos y Canadá.
Lincoln Brower, entomólogo del Sweet Briar College de Virginia, escribió que "se está probando que la migración es un fenómeno biológico en peligro".
Brower comentó en un correo electrónico uno de los principales peligros son los cultivos genéticamente modificados y los herbicidas en Estados Unidos, lo cual se ha traducido en la muerte del principal alimento de la Monarca, el llamado "algodoncillo común".
Pese a que México ha avanzado en reducir la tala ilegal en la reserva boscosa donde hibernan las Monarca, eso es insuficiente para salvar la migración de la mariposa, escribió Karen Oberhauser, profesora de la Universidad de Minnesota.
La académica refirió que estudios indican que el medio oeste de Estados Unidos, en especial los estados del llamado "cinturón de maíz", es la principal fuente de reproducción de las mariposas.
"Gran parte de su hábitat reproductivo en esa región se ha perdido por los cambios en las prácticas agrícolas, principalmente la explosiva adopción de cultivos tolerantes a herbicidas a finales del siglo XX e inicios del XXI", añadió Oberhauser.
A poco más de tres semanas de que el presidente Barack Obama visite el país -como parte de un encuentro de líderes de México, Estados Unidos y Canadá- algunos piensan que el mandatario estadounidense debería involucrarse en el tema.
"Creo que el presidente Obama debería hacer un gesto a favor de la sobrevivencia de la mariposa Monarca", dijo el escritor y ambientalista Homero Aridjis. "Los gobiernos de Canadá y de los Estados Unidos se han lavado las manos y han dejado el problema a México", consideró.
Aún no es claro que sucedería con las Monarcas si ya no hacen su largo viaje anual hacia México, en el mayor proceso migratorio de ese tipo de mariposas y la segunda más larga entre los insectos, después de una especie de libélula en Africa.
Hay Monarcas en muchas partes del mundo, por lo que dejar de migrar a México desde Norteamérica no implicaría su extinción. Las mariposas aparentemente pueden sobrevivir en ciertos climas cálidos, pero las poblaciones en el norte de Estados Unidos y en Canadá tendrían que encontrar algunos lugares para pasar los crudos inviernos.
También hay otras rutas de migración, menos largas, que parten del oeste de la costa de California y que han registrado declives más profundos.
Oberhauser refirió que algunas Monarcas parece que ahora hibernan a lo largo de la costa estadounidense del Golfo de México, además de que hay intentos de algunas personas en Estados Unidos para plantar algodoncillo, en un intento por reemplazar su hábitat perdido.
Sin embargo, activistas consideran que se necesitan grandes cantidades de algodoncillo a lo largo de la ruta migratoria, comparable con la que en algún momento creció ahí.
La migración es un rasgo heredado. Ninguna mariposa vive para hacer el viaje de ida y vuelta y no está claro como recuerdan la ruta de un viaje de miles de kilómetros hacia una reserva boscosa que cubre 56.259 hectáreas en el centro de México.
Algunos científicos piensan que las enormes masas de mariposas migrantes liberarían químicos que marcan el camino y que si su número baja demasiado, no habría ningún rastro suficiente que las Monarcas pudieran seguir.
Aún no es claro que sucedería con las Monarcas si ya no migran más hacia México. Las mariposas aparentemente pueden sobrevivir en ciertos climas cálidos, pero las poblaciones en el norte de Estados Unidos y en Canadá tendrán que enfrentar crudos inviernos.
Habitantes en la reserva de la Monarca en México ya habían notado un cambio histórico: las mariposas dejaron de llegar a principios de noviembre, en las festividades de Día de Muertos, como ocurría tradicionalmente.
"Durante las noches, en el Día de Muertos, eran parte del paisaje verlas en los panteones", dijo Gloria Tavera, directora de la reserva de la mariposa. "Es la primera vez… que no estaban para Día de Muertos", añadió sobre lo que ocurrió en noviembre de 2013.
Una pérdida de las mariposas representaría un golpe para personas como Adolfo Rivera, un campesino de la comunidad de Los Saucos que trabaja como guía de turistas en Piedra Herrada, una de las zonas de hibernación.
Dijo que las mariposas llegaron para esta temporada más tarde de lo previsto y en menores cantidades, que atribuye también a un invierno con muchas lluvias.
"Es una ayuda para nosotros, es un orgullo", dijo Rivera, de 55 años.