Más de la mitad de las denuncias por abusos presentadas contra la Iglesia católica de Escocia entre 2006 y 2012 son de carácter sexual, reveló hoy un informe de las autoridades eclesiásticas.
Según el documento, que lleva el título "Auditoría sobre Salvaguardas Diocesanas", se presentaron 46 denuncias durante ese periodo de seis años, el 55 por ciento de las cuales fueron por abusos sexuales.
El 19 por ciento de la denuncias fueron por abusos físicos, el 11 por ciento por abusos verbales y el 15 por ciento por abuso emocional, agregó el informe.
En cuanto a los responsables de los abusos en general, el 56 por ciento de las denuncias apuntaron contra sacerdotes, seguido por el 22 por ciento contra voluntarios y el 11 por ciento contra parroquianos, mientras que el resto se refiere a otros trabajadores o gente vinculada a la Iglesia.
Sólo el 15 por ciento de todas las denuncias han acabado en los tribunales y un 10 por ciento de éstas aún son investigadas, al tiempo que el 14 por ciento son calificadas como "casos históricos desconocidos".
El informe señaló que el 27 por ciento de los denunciantes están ya muertos.
El estudio fue elaborado por el Servicio Católico de Salvaguardas Escocés, que prevé también investigar todos los casos de abusos denunciados desde 1947 hasta 2005 y revisar sus mecanismos de protección ante abusos cometidos por el personal de la Iglesia católica.
Según afirmó hoy la Conferencia Episcopal de Escocia, estas iniciativas se presentan bajo un "espíritu de transparencia y sinceridad".
El cardenal católico británico Keith O’Brien renunció el pasado febrero como arzobispo de St Andrews y Edimburgo (Escocia) tras haber sido acusado de "comportamiento inapropiado" hacia otros religiosos en la década de los 80.
Además de ser arzobispo desde 1985, O’Brien, nacido en Ballycastle (Irlanda del Norte), era también presidente de la Conferencia Episcopal de Escocia cuando presentó su renuncia. EFE