La República Democrática del Congo (RDC) lanzó este lunes oficialmente la campaña de vacunación contra el ébola. Apenas una semana después de la reaparición del virus en el noreste del país, según anunció la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En su cuenta de Twitter, la OMS indicó que los primeros en vacunarse fueron los trabajadores sanitarios del centro de salud de Matanda. Localidad en la que se trató al primer paciente de ébola.
El pasado 7 de febrero, el Ministerio de Salud de la RDC confirmó un nuevo caso de ébola en el noreste del país, cerca de la ciudad de Butembo, después de que la persona contagiada falleciera.
Según las últimas cifras de la OMS, a 13 de febrero, se han confirmado cuatro casos, de los cuales dos pacientes han fallecido.
El cuarto caso, confirmado este domingo, es de un trabajador sanitario del hospital de Matanda.
Este nuevo brote tiene lugar después de que el pasado 18 de noviembre la RDC anunciara el fin del undécimo brote de ébola de su historia. Localizado en la provincia occidental de Ecuador y que causó 130 casos, 55 muertes y 75 curaciones, de acuerdo con cifras oficiales.
Era el fin de la epidemia
Las autoridades congoleñas ya habían declarado el fin de la décima epidemia meses antes, a finales de junio de 2020, que asoló tres provincias del noreste del país (Kivu del Norte, Kivu del Sur e Ituri) desde agosto de 2018 con un resultado de 2.280 fallecidos, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esa epidemia fue la peor de la historia de la RDC y la segunda más grave del mundo, después de la que devastó África occidental de 2014 a 2016. En la que murieron 11.300 personas y hubo más de 28.500 casos. Aunque esas cifras -según la OMS- pueden ser más altas.
Este domingo, Guinea-Conakri declaró oficialmente, con al menos siete contagios y cuatro muertes, una nueva epidemia de ébola tras el resurgimiento del virus en el sureste del país en la localidad de Gouécké, cerca de N’Zérékoré, la segunda ciudad más poblada del país tras la capital.
La enfermedad del Ébola, descubierta en la República Democrática del Congo en 1976, se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados.
Esta fiebre causa hemorragias graves y puede alcanzar una tasa de mortalidad del 90 %. Sus primeros síntomas son fiebre repentina y alta, debilidad intensa y dolor muscular, de cabeza y de garganta, además de vómitos.
EFE
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