DPA
Decenas de miles de manifestantes salieron hoy a las calles de la ciudad alemana de Colonia para protestar contra el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, pero esto no impidió que se diera un baño de masas en un acto considerado como electoralista y de "provocación".
En plena polémica por el accidente con más de 300 muertos en una mina turca, cerca de 30.000 personas, según datos de la policía, se dieron cita en el centro de la ciudad para recibir al político bajo eslóganes como "Parar al dictador Erdogan", "Asesino" o "Fascista".
Sin embargo, esto no impidió que Erdogan acudiera este sábado a Colonia para participar en el acto conmemorativo del décimo aniversario de la Unión de Demócratas Turco-europeos en el estadio Lanxess Arena, donde le esperaban 15.000 seguidores con retratos del primer ministro turco y ondeando banderas turcas y donde fue anunciado como "el hombre del pueblo".
El mandatario político aprovechó su discurso para atacar la cobertura de los medios de comunicación alemanes del accidente de la mina de Soma, que según él aprovecharon para atacar al gobierno turco. "Una revista llegó incluso a titular ‘Al diablo con Erdogan'", criticó.
"¿Cómo puede suceder algo así?", se preguntó despertando las protestas y abucheos del público y pidiendo "más respeto" para el pueblo turco.
"El accidente de Soma será esclarecido", prometió ante los presentes recordando que él mismo conoce la mina de carbón, algo que los líderes europeos no, a quien criticó por "inmiscuirse" en asuntos nacionales.
"También en Turquía algunas fuerzas intentan utilizar la situación y han emprendido en parte acciones ilegales", denunció Erdogan. "Una minoría está contra nosotros", agregó.
Mientras, en las calles, los manifestantes recordaron a los mineros muertos con cascos con la palabra "Soma" en ellos. "Erdogan no debe pensar que es bienvenido aquí, no debe pensar que hemos olvidado que es un asesino", afirmó Ömer, un manifestante de 23 años, a la publicación alemana "Der Spiegel".
Hasta el momento, el acto ha transcurrido sin ningún incidente entre manifestantes y contramanifestantes. "La atmósfera es totalmente relajada", aseguró una portavoz de la policía.
La visita de Erdogan no cuenta con el apoyo de la política alemana. "El viaje al extranjero es una provocación consciente tras el accidente en la mina y en un contexto de luchas violentas en Turquía", afirmó el alcalde de Colonia, Jürgen Roters, esta mañana en declaraciones a la emisora de radio WDR 5.
Roters ya había mostrado su oposición al evento anteriormente. "Hubiera visto más oportuno que Erdogan se dedicara a esclarecer lo sucedido en el accidente de la mina, en lugar de acudir a Alemania en su gira electoral", afirmó el pasado miércoles a la revista "Der Spiegel".
La tensión fue creciendo los días previos y obligó a la canciller alemana, Angela Merkel, a hacer un llamamiento a la responsabilidad y la moderación de Erdogan. "Creo que participará en este acto con sentido de responsabilidad y sensibilidad", aseguró esta semana.
Los críticos apuntan que Erdogan quiere utilizar el acto para hacer campaña ante las elecciones presidenciales del 10 de agosto, las primeras en las que podrán votar los turcos que viven en el extranjero. Sólo en Alemania hay cerca de 1,5 millones.
2014-05-24