Los equipos de España, Rusia y Ucrania dominaron hoy las rutinas acrobáticas (highlight) en la continuación del Trofeo Mundial de nado sincronizado que transcurre en la Ciudad de México.
Lideradas por la medallista olímpica y mundial Ona Carbonell, las españolas cautivaron al público con una coreografía que representó la danza del fuego, en la que las integrantes del equipo trabajaron con trajes amarillos y rojos.
España fue el último equipo en lanzarse a la alberca y lo hizo de la mejor manera con el poema sinfónico "Una noche en el monte pelado", del compositor ruso Modest Musorgski.
"El año pasado no pudimos estar y ahora estamos contentas de estar aquí; el público mexicano es muy agradecido", aseguró la entrenadora española Esther Jaumá, cuyo equipo hizo el trabajo alrededor de un círculo color naranja y recibió calificaciones de 94.667, la mismas que rusas y ucranianas.
Las rusas entraron al agua con trajes negros y pañuelos rojos y derrocharon técnica al igual que las ucranianas que se presentaron envueltas en unas capas negras y a partir de ahí desarrollaron su trabajo.
El Trofeo Mundial que se celebra por octava ocasión, segunda consecutiva en México, es una competición con conceptos diferentes a las justas internacionales de natación sincronizada. En ésta se evalúa la belleza artística y los equipos tienen libertad para improvisar con accesorios de todo tipo excepto motorizados.
Hoy sobresalieron por su originalidad las acrobacias en la alberca de las griegas, vestidas de brujas, con bastones, escobas y campanas y las mexicanas, disfrazadas de payasos, con narices postizas, pelucas, globos y pelotas.
Ayer, en el inicio del certamen, las medallistas olímpicas Xuechen Huang y Wenyan Sun, de China, presentaron una sofisticada rutina de mucho colorido para ganar el concurso de parejas, seguidas de las rusas Anna Petrishcheva-Evgeniya Shtefan y las ucranianas Lolita Ananasova-Anna Voloshyna.
El trofeo Mundial seguirá hoy con las rutinas libres por equipos y terminará mañana con las rutinas combinadas. /EFE