EFE.- El ministro etiope de Exteriores, Gedu Andargachew, convocó este sábado al embajador norteamericano en Adis Abeba, Mike Raynor, y acusó a la Administración estadounidense de hacer un llamado "a la guerra" en relación a la Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD) en el río Nilo, horas después de que el presidente de EEUU, Donald Trump, insinuara que Egipto podría hacerla "saltar" por los aires.
"La incitación a la guerra entre Etiopía y Egipto por parte de un presidente estadounidense en ejercicio no refleja el largo compañerismo o la alianza estratégica entre Etiopía y Estados Unidos, ni es aceptable en el derecho internacional que rige las relaciones entre Estados", denunció Andargachew en un comunicado.
En un comunicado previo, la Oficina del primer ministro etíope, Abiy Ahmed, recalcó el "compromiso permanente" de su país para una cooperación "basada en la confianza mutua y los principios de utilización equitativa y razonable" del Nilo, y aseguró haber logrado "avances significativos" gracias a los diálogos liderados por la Unión Africana (UA).
"Sin embargo, todavía abundan declaraciones ocasionales de amenazas beligerantes para que Etiopía sucumba a términos injustos. Estas amenazas y afrentas a la soberanía etíope son erróneas, improductivas y una violación clara del derecho internacional", advirtió en el comunicado.
Ambos textos respondían a los comentarios realizados este viernes por Donald Trump sobre la Gran Presa del Renacimiento, durante la ceremonia que marcó el inicio de normalización de relaciones bilaterales entre Israel y Sudán.
"Es una situación muy peligrosa porque Egipto no puede vivir de esa manera. Terminarán por volar (por los aires) esa presa. Lo digo claro, volarán esa presa", dijo ante los periodistas en el Despacho Oval.
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, recalcó este sábado en un comunicado desde Bruselas que un acuerdo sobre la presa era plausible, y sin referirse a EEUU, añadió que ahora era "el momento de actuar y no de aumentar tensiones".
Como parte de este disputa, Egipto considera la presa una "amenaza" a su seguridad nacional, ya que depende del Nilo para aproximadamente el 97 % de su riego y agua potable.
Etiopía, por su parte, la cree esencial para garantizar los recursos hídricos dentro de sus fronteras, exportar electricidad e impulsar su desarrollo.
Desde hace años Egipto, Etiopía y Sudán, el tercer país afectado por el suministro del Nilo, buscan un acuerdo sobre cómo llenar este gigantesco proyecto de ingeniería, iniciado en 2011, sin que afecte a la economía, el caudal del río y la seguridad hidroeléctrica de todos.
A principios de noviembre de 2019, los desacuerdos entre Egipto y Etiopía crecieron después de que medios de comunicación se hicieran eco de unas declaraciones de Abiy en las que aseguraba que Etiopía podría movilizar a "millones" en caso de guerra con Egipto.
El Ministerio de Exteriores egipcio reaccionó calificando de "inaceptables" dichas palabras, y ambos gobiernos intentaron limar asperezas aceptando la mediación de Washington.
2020-10-24
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