Etiopía comenzó el martes a desviar el flujo del Nilo Azul para construir una presa gigante, de acuerdo con la prensa estatal, en un paso que pudiera tener impacto en Egipto, cuya economía depende enormemente del Nilo.
El Nilo Azul es uno de dos afluentes del Nilo.
La oficial Agencia Etíope de Radio y Televisión reportó que el viceprimer ministro Demeke Mekonnin dijo a funcionarios en una ceremonia en el sitio de construcción que la Gran Presa del Renacimiento de Etiopía va a proveer hidroelectricidad no solamente al país sino a naciones vecinas.
Egipto y Sudán, que están río abajo, han objetado a la construcción de la presa bajo el argumento que ésta viola un acuerdo de la época colonial que otorga a Egipto el 70% de las aguas del Nilo. Egipto señala que su población de 90 millones de personas está entre las mayores de África y que, a diferencia de otros países en la cuenca del Nilo, no posee otras fuentes disponibles de agua.
Pero el martes, el portavoz del presidente egipcio Mohamed Morsi restó importancia a la presa, diciendo que no va a tener un impacto negativo en la cantidad de agua que llega a Egipto. /AP