EFE
Las estrategias para luchar contra las drogas basadas en la criminalización han demostrado ser ineficaces y deben sustituirse por medidas centradas en la salud pública, según defienden expertos internacionales en un informe presentado hoy en Londres.
El estudio "Después de la guerra contra las drogas" ha sido elaborado por la London School of Economics (LSE) en la antesala de la reunión prevista para abril en la ONU, en la que se abordarán las políticas globales para el control de estas sustancias.
"La comunidad internacional ha dado prioridad a las medidas prohibicionistas", lo que ha tenido un "terrible coste socioeconómico", señala un documento que cuenta con el aval del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y cinco ganadores del premio Nobel, entre otros.
El director ejecutivo del Proyecto Internacional de Legislación sobre Drogas (IDPP), John Collins, señaló a Efe que "la prueba de que la guerra contra las drogas ha fracasado se puede encontrar en Latinoamérica".
En esa región "se ha encarcelado a mucha gente, se ha hecho la guerra contra los cárteles, pero todo eso ha tenido virtualmente un impacto nulo en el mercado real", afirmó Collins, uno de los autores del informe.
"Proponemos que cambie el enfoque que se utiliza para evaluar el éxito de las políticas contra las drogas", dijo por su parte a Efe la experta del Centro de Investigación y Docencia Económicas de México (CIDE) Catalina Pérez.
Según la jurista, hasta ahora "el éxito se ha medido en función de cuántas incautaciones se hacen y cuántas erradicaciones de cultivos se producen", lo que, a sus ojos, no contribuye a solventar el problema.
"Se criminaliza a un gran sector de la población, como los consumidores y los campesinos", subrayó Pérez, para quien las estrategias de los gobiernos deben centrarse en la "protección de la salud de los consumidores presentes y futuros".
Los expertos coinciden en resaltar que es imprescindible la cooperación internacional para abordar el problema, al tiempo que advierten de que cada región debe encontrar el camino más adecuado según sus circunstancias.
"Algunos países están experimentando con la idea de la legalización", destacó Collins, que considera esas medidas "experiencias de aprendizaje que deberían ser positivas en muchos aspectos", aunque advierte de que "todavía queda mucho camino para poder decir que la legalización es la solución".
Para el experto en Historia Internacional en la LSE, la Sesión Especial de la Asamblea de Naciones Unidas sobre las drogas (UNGASS) prevista para abril será una oportunidad para que los países dialoguen sobre la idea de que las estrategias convencionales no han sido efectivas hasta ahora.
"No esperamos que de esa reunión salgan conclusiones rompedoras", admitió Collins, quien advirtió de que Rusia y diversos países asiáticos, entre otros, continúan defendiendo un enfoque basado en la prohibición.
A ese respecto, Pérez destacó que "en América Latina se han visto las enormes consecuencias de la guerra contra las drogas y en esta región sí hay un movimiento para tratar de cambiar la estrategia".
El estudio presentado en Londres, que ha recibido el apoyo de los Premio Nobel de Economía Vernon Smith (2002), Thomas Schelling (2005), Eric Maskin (2007) y Oliver Williamson (2009), así como de la Premio Nobel en Medicina en 2008, Francoise Barre-Sinoussi, defiende que los países deben "abandonar las políticas contraproducentes e ineficaces sobre drogas".
"Los Estados y el sistema regulador global sobre drogas deben de dar un giro hacia los principios de desarrollo sostenible que incluyen la salud pública, la reducción de daños asociados al consumo y suministro, el acceso a medicinas esenciales y la experimentación científica con una estricta regulación legal", concluye el documento.