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Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia presentaron el viernes a tres comandantes rebeldes que pasarán a formar parte de la mesa de negociaciones que la guerrilla mantiene con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
Los flamantes participantes en la mesa que se desarrolla en Cuba serán los comandantes rebeldes Fabián Ramírez, Jairo Martínez y Fidel Rondón, constató The Associated Press.
Los tres arribaron vestidos de civil junto al también líder rebelde Iván Márquez -cuyo nombre legal es Luciano Marín Arango- pocos minutos antes de ingresar a la sala de conferencias donde diariamente se realiza el encuentro con la contraparte gubernamental.
"La experiencia y conocimientos de los nuevos voceros insurgentes serán un importante aporte para continuar la construcción de acuerdos en el propósito de paz con justicia social", leyó Márquez sobre la presencia de los recién llegados.
Como es habitual, los delegados gubernamentales, encabezados por Humberto de la Calle, no hicieron comentarios.
Ramírez – de 50 años y cuyo nombre legal es José Benito Cabrera- es el segundo al mando del Bloque Sur de la organización guerrillera y uno de los dirigentes insurgentes más buscado por las fuerzas armadas y los organismos de inteligencia de Colombia y Estados Unidos.
De acuerdo con datos de la Fiscalía General colombiana, Ramírez -que integró el equipo negociador de la guerrilla en frustrados diálogos de paz de 1999 a 2002– tiene pendientes al menos 32 órdenes de captura por delitos como terrorismo, rebelión, homicidio, secuestro y desaparición forzada.
Al Bloque Sur se le atribuyen los mayores ataques masivos contra unidades del ejército y de la policía en los años 90 y que dejaron decenas de uniformados muertos y otros secuestrados, algunos por más de una década.
Los otros dos hombres son menos conocidos y sus antecedentes poco públicos.
Según indicó Márquez, quienes a su vez regresan a Colombia serán las guerrilleras Laura Villa y Marcela González, así como Bernardo Salcedo.
Actualmente las delegaciones se encuentran discutiendo el tercer punto de una agenda previamente acordada de seis, específicamente el que versa sobre producción y tráfico de drogas y cómo combatirlos.
Los dos puntos previos fueron sobre problemas agrarios y participación política.
Analistas consultados telefónicamente por la AP en Bogotá sobre la llegada de Ramírez a La Habana coincidieron en que es una muestra de la unidad de mando dentro de la guerrilla y que despeja las dudas sobre un eventual desacuerdo del ala más combativa de las FARC con las negociaciones.
"Hay un elemento muy importante y es que el Bloque Sur es tal vez el más importante en materia de narcotráfico y llega (Ramírez) en el momento en que se va a cerrar este punto", dijo Jorge Restrepo, director del no gubernamental Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos.
El analista no descartó, sin embargo, que la salida de Ramírez del país esté relacionada con la presión militar a la que están sometidos. "Es cierto para gran parte de los miembros de la guerrilla colombiana: ellos están en una posición de presión militar y de alto riesgo, en particular los miembros del secretariado", dijo.
En tanto, el general en retiro Freddy Padilla, excomandante de las fuerzas militares (2006-2010), sostuvo que le parece "importante para el proceso de negociación porque esta es una persona (Ramírez) que forma parte del bloque más importante desde el punto de vista de influencia y de liderazgo dentro de las FARC y por supuesto un bloque que controla una sección del negocio ilícito del narcotráfico".
Agregó que la participación de Ramírez en la mesa es clave para "definir la conducta a seguir a futuro con relación al narcotráfico".
Las conversaciones comenzaron a finales de 2012 primero en Noruega y luego en Cuba. Los dos países junto con Chile y Venezuela son auspiciadores del proceso de paz, que de lograr un acuerdo podría desactivar cinco décadas de conflicto armado en la nación sudamericana.