El príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra, abandonó hoy el hospital de Londres después de semana y media de tratamiento y se trasladó al castillo de Windsor.
Aunque su aspecto era sonriente cuando salió de la clínica, su rostro estaba pálido. Según informan los medios británicos, el duque de Edimburgo, de 92 años, no volverá a acompañar a la reina en compromisos públicos hasta el otoño (boreal). Buckingham Palace señaló que estaba "de buen ánimo".
La estancia en el hospital del príncipe se debió a una intervención diagnóstica en el abdomen, de cuyos resultados no se ha informado. El marido de Isabel II tuvo que pasar su cumpleaños ingresado y también se perdió, el sábado, la celebración oficial del cumpleaños de su esposa en el desfile militar "Trooping the Colour"./DPA