EFE
La presidenta argentina, Cristina Fernández, defendió hoy la integridad territorial de Ucrania en el contencioso por Crimea, pero reclamó a las potencias occidentales que no utilicen "un doble estándar" y apliquen el mismo principio a las Malvinas, que "siempre pertenecieron a la Argentina".
"Reclamamos a las potencias que, cuando se habla de integridad territorial, sea aplicable para todos, porque mi país sufre el cercenamiento territorial por parte del Reino Unido de las islas Malvinas", declaró Fernández junto al presidente francés, François Hollande, al término de un encuentro en París.
Reprochó, en particular al Reino Unido y Estados Unidos, que a diferencia de lo que han hecho con Crimea, se hayan manifestado a favor del referéndum organizado en las Malvinas, que "carece de todo valor", "menos" aún que el celebrado en esa península ucraniana.
Al respecto, argumentó que el archipiélago cuya soberanía Argentina disputa a los británicos es "una colonia de ultramar a más de 13.000 kilómetros de distancia" de Londres.
La presidenta argentina tomó la palabra después de Hollande, quien momentos antes había informado de que ambos habían coincidido en los "principios" en su análisis sobre la crisis de Ucrania: el del derecho internacional y el de la integridad territorial".
Fernández opinó que "fundamental para preservar la paz en el mundo (…) es no tener un doble estándar a la hora de tomar decisiones".
"O estamos de acuerdo con todas las integridades territoriales y con la soberanía de todos los países (…) porque en definitiva las Malvinas siempre pertenecieron a la Argentina (….) o realmente vivimos en un mundo donde no hay derecho, donde no hay respeto a lo que decimos, sino que prima la relación del más fuerte", señaló.
A su juicio, "precisamente por hacer las cosas que más le conviene a los más fuertes, es por lo que el mundo está como está y debemos cambiarlo".
La presidenta argentina dijo que le "preocupa" lo que ocurre en Ucrania y que, "como un país de paz", Argentina cree que el contencioso con Rusia "debe resolverse en un clima de negociación política y en un marco de paz".
"Resultaría una paradoja" -indicó- que ahora que se cumple el centenario de la Primera Guerra Mundial Europa o el mundo deba enfrentar situaciones de conflictividad armada".