EFE
La mayoría de los Gobiernos árabes aún no han reaccionado al veto temporal a la entrada a EE.UU. de ciudadanos de varios países musulmanes decretado por el presidente Donald Trump, aunque sí lo ha hecho el sudanés y el rebelde del Yemen, mientras que las aerolíneas han empezado a aplicarlo.
El Gobierno de los rebeldes hutíes en el Yemen -no reconocido internacionalmente- condenó la decisión de Trump, que afecta a los ciudadanos de ese país, así como a los de Irak, Irán, Siria, Sudán, Libia y Somalia.
El Ministerio de Exteriores hutí indicó, en un comunicado, que esa decisión constituye "una ilegalidad y una ilegitimidad" porque considera al Yemen o a sus ciudadanos como "posible fuente de terrorismo y extremismo".
"El Yemen no ha sido ni será una fuente del terrorismo, ni ha enviado ni enviará refugiados a Estados Unidos", añade la nota.
Asimismo, insistió en que "no existe justificación para incluir al Yemen en la lista de los países cuyos ciudadanos han sido vetados", ya que el país no supone "una amenaza para la seguridad de ningún Estado, ni de EE.UU.".
Otro de los países afectados, Sudán, convocó al embajador estadounidense en funciones Steven Koutsis para protestar por el veto que se aplica a los ciudadanos sudaneses.
El viceministro de Exteriores, Abdelgani al Naim, comunicó al diplomático la "molestia del Gobierno de Jartum", según una nota del Ministerio.
Asimismo, añadió que Sudán considera la medida como un "mensaje negativo", después de los "desarrollos positivos tras el (reciente) levantamiento de las sanciones económicas" al país.
Por último, Al Naim pidió al representante de Washington que su Gobierno revise la decisión y que excluya a Sudán de la lista "negra" de países.
Mientras, los efectos del decreto ley de Trump han empezado a sentirse entre los grupos vetados y en los aeropuertos de Oriente Medio, donde las compañías aéreas están aplicando la prohibición de viaje a los ciudadanos de los seis países.
Una familia siria de seis personas regresó hoy a Beirut en un vuelo de la compañía Qatar Airways, después de no haber podido viajar a EE.UU., informó la agencia de noticias oficial libanesa, ANN.
Ayer, otra familia siria de tres miembros fue enviada de vuelta a Beirut a bordo de un avión de la aerolínea nacional libanesa, Middle East Airlines, desde el aeropuerto parisino Charles de Gaulle, donde hacía escala rumbo a Atlanta (EE.UU.).
La familia disponía de los documentos que le permitían su entrada a territorio estadounidense, detalló la ANN.
Las autoridades egipcias prohibieron ayer embarcar en un avión de la compañía estatal Egyptair a una familia de cinco integrantes, procedente de Irak y que se disponía a viajar a Nueva York, con un visado de entrada a EE.UU.
Todas las compañías aéreas que operan en el aeropuerto internacional Rafic Hariri de Beirut se han comprometido a aplicar la restricciones de viaje, informaron hoy medios locales libaneses.
El Líbano acoge actualmente mas de un millón de refugiados sirios, según datos de la ONU, mientras que las autoridades locales estiman que hay de millón y medio a dos millones, y el país de los cedros es una de las principales vías de tránsito de estas personas hacia terceros Estados.
Por su parte, la compañía Emirates anunció hoy que se compromete con las instrucciones estadounidenses y con "la protección de las fronteras" de ese país.
En un comunicado, la aerolínea de Emiratos Árabes Unidos (EAU) dijo que la orden ejecutiva de Trump "afecta a un número muy reducido de los pasajeros" que viajan desde o hacen escala en el país del golfo Pérsico rumbo a EE.UU.
Asimismo, en un comunicado aseguró su "disposición a ayudar a los pasajeros afectados", cambiando la reserva de sus billetes, así como devolverles es coste de los mismos.
También señaló que las nuevas medidas se aplican a todos los pasajeros y a los miembros de la tripulación, y que la empresa ya ha realizado "los cambios necesarios" en sus empleados que viajan a bordo de los aviones que cubren las rutas con EE.UU.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EEUU insistió hoy en que aplicará la polémica orden del presidente, que suspende tanto la entrada de todos los refugiados durante 120 días como la concesión durante 90 días de visados a los siete países, aunque cumplirá los fallos judiciales en contra de esa medida.
Una jueza federal bloqueó a última hora del sábado parte del polémico veto, en respuesta a una demanda de la Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU) contra la orden ejecutiva de Trump, que puso en dudad su constitucionalidad.
2017-01-30