2001.com.ve | EFE
Argentina rindió homenaje este viernes en la localidad bonaerense de Mar del Plata a las 44 víctimas del submarino ARA San Juan cuando se cumplen dos años de la última comunicación con el sumergible y uno desde que lo hallaran hundido a 500 kilómetros de la costa del país.
En el acto, al que asistieron autoridades nacionales y provinciales, miembros de la Armada Argentina entregaron a los familiares directos de los tripulantes del submarino la medalla al Honor Militar e inauguraron un memorial en homenaje a los marineros "en patrulla eterna en el mar argentino".
Mientras tanto, los allegados de las víctimas no desistieron en su pedido por avanzar en la investigación del siniestro.
"Lo que nosotros sentimos es que todavía no hay justicia, y todavía no sabemos la verdad de lo que ha pasado", manifestó a Efe César Toconás, hermano del cabo principal Mario Armando Toconás.
El ARA San Juan, fabricado en Alemania e integrado en 1985 a la Armada de Argentina, partió el 13 de noviembre de 2017 del sureño puerto de Ushuaia, adonde sus tripulantes habían acudido para realizar unas maniobras militares, para dirigirse de regreso a su base, en Mar del Plata, lugar elegido para realizar el homenaje.
En su última comunicación, en las primeras horas del 15 de noviembre y desde una zona a 430 kilómetros del punto más cercano de la costa, el comandante había informado de que se produjo un principio de incendio en un compartimento de baterías por la entrada de agua al submarino, un problema que según reconoció después la Armada fue resuelto y el buque pudo seguir su viaje.
Tras un año de búsqueda y numerosas protestas de los familiares por los nulos progresos, la empresa estadounidense Ocean Infinity anunció el hallazgo del submarino en la noche del 16 al 17 de noviembre -apenas un día después del primer aniversario de su desaparición- hundido en el fondo del mar a 500 kilómetros de la costa.
"Hijos, esposas, padres, hermanos, camaradas… Cada uno con un dolor distinto, incomparables. Y un orgullo que nos conmueve a todos, por haber sido testigos privilegiados de lo que fueron sus convicciones, por la coherencia de su vida a cumplir un juramento y una vez más por la magnitud de su ejemplo. Muchos juramos, ellos cumplieron", dijo en su discurso José Luis Villán, jefe del Estado Mayor General de la Armada.
El obispo castrense de Argentina, Santiago Olivera, leyó a los presentes una carta que recibió desde el Vaticano en la que el papa Francisco renovó "su ofrecimiento por el eterno descanso de los 44 tripulantes fallecidos" y manifestó "su afecto y cercanía a sus familiares y demás seres queridos, y a toda la familia naval que llora su pérdida".
Además de la investigación judicial para determinar lo ocurrido, aún sin procesamientos pero con diversos mandos de la Armada en el punto de mira, en el Parlamento se llevó a cabo una comisión que el pasado 18 de julio culminó con un informe que determinó que hubo "responsabilidades compartidas" en la cadena de mando de la Armada.
Luisa Rodríguez, madre del suboficial Ricardo Alfaro Rodríguez, aseguró a Efe que los tripulantes "tenían miedo" de subirse en las dos últimas navegaciones y añadió que la penúltima vez que se embarcaron "estuvieron perdidos, que eso el pueblo argentino no lo sabe".
"Para mí es un mal sueño, y hoy me encuentro acá, con un homenaje para los 44 (tripulantes), y es muy triste porque se vuelven a abrir las heridas nuevamente y comienzan a sangrar", lamentó Rodríguez.
2019-11-15
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