EFE
Honduras y la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID) presentaron hoy un proyecto por 3 millones de dólares dirigido a prevenir el crimen y la violencia en el país centroamericano, donde en promedio son asesinadas 14 personas al día, según datos oficiales.
El proyecto fue inaugurado este jueves en la cuidad de San Pedro Sula, norte de Honduras, por el presidente del país, Juan Orlando Hernández, y la embajadora de Estados Unidos acreditada en Tegucigalpa, Lisa Kubiske.
"El tema de prevención es toral (muy importante)" para prevenir la violencia en el país, dijo Hernández a periodistas tras inaugurar el programa.
El plan permitirá "atacar la raíz del problema de la inseguridad", subrayó el gobernante, quien enfatizó que reducir la violencia "no es una lucha de corto plazo, es de mediano y largo plazo".
No obstante, aseguró que "con el tiempo vamos a tener los resultados de recuperar la paz, la tranquilidad del país".
El mandatario, quien asumió el poder el 27 de enero pasado, atribuyó buena parte de los índices de violencia que afectan al país centroamericano a las pandillas.
"Aquí buena parte de los índices de la violencia tiene que ver con luchas entre las pandillas", subrayó Hernández, quien reiteró su llamado a las iglesias y a los medios de comunicación del país a prevenir la violencia que causa a diario alrededor de 14 homicidios.
El objetivo del programa es trabajar en la prevención de la delincuencia juvenil, reducir la violencia contra jóvenes e insertarlos en el mercado laboral, según la información oficial que no da más detalles.
La embajadora estadounidense dijo en su discurso que la clave del éxito de los planes contra la violencia "es la participación activa de las comunidades".
El proyecto consiste en "ayudar con oportunidades a los jóvenes para que ellos puedan estudiar y trabajar y con esto puedan enfrentar mejor las amenazas de la criminalidad", indicó Kubiske.
Además, añadió que Estados Unidos continuará colaborando con Honduras en el lucha contra la violencia.
El plan supone una inversión de 3 millones de dólares, de los que el 60 % serán aportados por la USAID y el restante 40 % por el Gobierno hondureño.