La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reclamó a Estados Unidos una mayor transparencia en relación al penal de Guantánamo y pidió, junto al Relator de la ONU contra la Tortura, Juan Méndez, que se permitan visitas a los organismos de control "sin censuras ni cortapisas".
En una audiencia celebrada en el marco del 149º periodo de sesiones, asociaciones pro derechos humanos, la misma comisión y el propio Méndez subrayaron "las violaciones sistemáticas y generalizadas" de Derechos Humanos que tienen lugar en la prisión de la Base Naval de Guantánamo (Cuba) por la situación de detención indefinida de los presos y los casos de alimentación forzada.
"He visitado Guantánamo para evaluar la situación, y lamentablemente no he podido visitar cualquier parte de las instalaciones sin supervisión, ni he podido entrevistarme con cualquier detenido a solas", explicó Méndez durante la audiencia.
El representante del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), Charles Abbott, insistió en que la labor de organismos como la CIDH "es la última esperanza" de los 168 detenidos que hay aún en la prisión y advirtió que pese a las promesas de la Administración Obama para ejecutar las transferencias de los presos a sus países, aún no se ha llevado a cabo ni una sola.
"La CIDH ha cambiado la historia con sus visitas (a ciertos países), la comisión debería exhortarle a la prisión que le permita visitas sin censuras", dijo Abbott frente a los representantes del Gobierno estadounidense, además de solicitar un informe temático al organismo sobre el penal.
Omar Farrah, abogado de varios de los presos que se encuentran en la prisión, describió la situación de discriminación de los detenidos con nacionalidad yemení, y la falta de voluntad de Estados Unidos para poner fin a los abusos que, según el letrado, sufren sus clientes, algunos de ellos sin siquiera cargos en su contra.
"La huelga de hambre continua, aun hay 14 hombres que se niegan a comer y algunos de ellos son forzados a comer por la nariz con unos procedimientos muy violentos y degradantes que duran de 30 a 120 minutos", insistió Farrah, en referencia a las presuntas prácticas de alimentación forzada llevadas a cabo en el penal.
Por su parte, Estados Unidos, representado por Lawrence Gumbinere, defendió las últimas medidas tomadas por el presidente Barack Obama para proceder al cierre del penal, y coincidió con la comisión en que el objetivo sea el cierre del mismo.
Sin embargo, EE.UU. argumentó que, debido al cierre parcial que sufrió su Administración este mes de octubre, los representantes encargados de tratar el tema ante la Comisión no pudieron preparar debidamente su exposición y se remitieron a su derecho de responder por escrito a los requerimientos de los comisionados y peticionarios en 30 días.
Tras la audiencia, en declaraciones a los periodistas, el Relator de la ONU contra la Tortura, aseguró que sus grandes preocupaciones son la situación de detención indefinida y, por otro lado, el bloqueo del Pentágono a cualquier visita independiente por parte de los organismos de control.
"La detención prolongada, cuando no hay perspectiva de ser juzgado ni ser liberado y porque no se sabe cuándo va a terminar, agrega un elemento de angustia a lo que ya es un sufrimiento y que a mi juicio constituye trato cruel, inhumano y degradante de por sí", dijo el Relator especial de la ONU.
Según Méndez, no se justifica además que Estados Unidos alegue el cierre parcial del Gobierno como una razón para no responder a las preguntas de la audiencia ya que el penal de Guantánamo lleva abierto 11 años.
"A mí siempre me han contestado, he tenido conversaciones bilaterales. Pero lo de hoy es un poco decepcionante porque estos temas no son nuevos y porque la clausura temporal del Gobierno de Estados Unidos no modifica la situación mayormente" y el personal de Guantánamo no se vio afectado, explicó Méndez./EFE