La Justicia de España abrió hoy diligencias contra cinco antiguos dirigentes de la organización separatista armada ETA por presunto genocido.
La Audiencia Nacional española declaró su competencia para tramitar la querella que el hijo de una víctima del grupo armado vasco interpuso contra cinco históricos dirigentes etarras cuando estaban al frente de ETA entre los años 1977 y 1983.
Acto seguido, uno de sus jueces pidió informes a las fuerzas de seguridad españolas sobre los "fines perseguidos" por ETA desde su fundación hasta ahora y sobre quiénes han estado al frente de su cúpula. Cuando los reciba, el magistrado Javier Gómez Bermúdez tendrá que decidir si abre formalmente una investigación.
El juez rechazó la querella en octubre, al considerar que la Audiencia Nacional no era competente para tramitarla. Pero la sala de lo penal del tribunal decidió hoy que sí.
La decisión tiene lugar en la misma semana en la que una asociación de víctimas de ETA pidió a la fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI), en La Haya, que investigue al grupo armado por crímenes de lesa humanidad.
ETA ha matado desde los años 60 a más de 800 personas en su pretensión de lograr la independencia del País Vasco del resto de España.
La querella que la Audiencia Nacional se declaró competente para tramitar la presentó el hijo de un hombre al que ETA mató en diciembre de 1979.
De los cinco dirigentes etarras contra los que se dirige solo uno, Francisco Múgica Garmendia, alias "Pakito", está aún en prisión. Otro, José Antonio Urriticoechea, alias "Josu Ternera", se encuentra huido.
ETA anunció en octubre de 2011 el cese definitivo del terrorismo, aunque no su desarme ni su disolución.
Por otra parte, la Audiencia nacional envió hoy a prisión a los dos presuntos miembros de ETA detenidos el domingo en México y repatriados a España para ser juzgados por una decena de asesinatos.
Juan Jesús Narváez Goñi, alias "Pajas", e Itziar Alberdi Uranga, alias "María", formaron parte del "comando Ekaitz" de ETA, que en solo un año mató a 18 personas, y estaban en paredero desconocido desde hace más de 20 años.
Son pareja sentimental y tienen dos hijos, de 17 y 19 años, que volaron con ellos a España en el avión en el que fueron expulsados de México. / DPA.