El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, ha asegurado que los países del este de África, que ejercen de mediadores en el conflicto de Sudán del Sur, no van a "quedarse quietos" ni a "permitir" un genocidio en ese país.
"Rechazamos la posibilidad de que nos estemos arrastrando de nuevo al genocidio en nuestra región. No vamos a quedarnos quietos y permitir que suceda", aseveró Kenyatta, en un comunicado difundido a última hora de ayer por la Presidencia keniana.
Kenyatta, presidente también de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), el grupo interestatal mediador en las conversaciones de paz sobre Sudán del Sur, expresó la voluntad de las potencias de la región de impedir otro genocidio como el de Ruanda.
"En las conmemoraciones del vigésimo aniversario del genocidio de 1994 en Ruanda -el pasado día 7- ya expresé la frustración de nuestra región por lo poco que pudo hacer en aquel momento para parar la matanza de un millón de personas inocentes", recordó.
Kenyatta también se comprometió entonces, en el nombre de Kenia y del este de África, a "no permitir nunca más un genocidio" en esta región del continente.
"Retomo aquella promesa por lo que está sucediendo en Sudán del Sur. Estamos indignados y gravemente consternados ante el asesinato de cientos de civiles inocentes", admitió.
Aunque el Gobierno de Sudán del Sur y los rebeldes acordaron el pasado enero el cese de las hostilidades en las conversaciones de paz auspiciadas por la IGAD en Adis Abeba, ambas partes "han ignorado" este pacto y "han seguido luchando", lamentó el mandatario keniano.
"Resulta descorazonador para la IGAD, para el este de África, la Unión Africana y la comunidad internacional ser testigos de estas atrocidades diariamente", reconoció.
"Esto tiene que parar", agregó.
Llamó así a las partes enfrentadas a poner fin a la matanza de civiles y a sus actividades militares.
"Lo contrario sería inaceptable y emplazaremos a la comunidad internacional a que así sea", advirtió el presidente keniano.
La IGAD celebrará una reunión de urgencia en los próximos días para debatir las opciones abiertas, anunció Kenyatta.
El conflicto comenzó en Sudán del Sur a mediados de diciembre, cuando en la capital se libraron combates entre el Ejército y militares insurgentes.
Las autoridades sursudanesas acusaron de este supuesto intento de golpe de Estado al exvicepresidente Riak Machar, rival político del mandatario, Salva Kiir.
Desde entonces se han sucedido los enfrentamientos, que han causado miles de muertos y han colocado al borde de la guerra civil al joven país, que se independizó en julio de 2011 de Sudán. EFE