DPA
El secretario de Estado nortemaricano, John Kerry, aseguró hoy que Estados Unidos apoyará a Irak en su lucha contra la insurgencia cercana a Al Qaeda, pero descartó el envío de tropas sobre el terreno.
"Sí tenemos interés en ayudar a que un gobierno elegido y legítimo sea capaz de expulsar a los terroristas", dijo al abandonar Jerusalén hacia Arabia Saudí y Jordania.
"Vamos a hacer todo lo posible para ayudarlos (…) Obviamente no estamos contemplando regresar o enviar efectivos sobre el terreno. Esta es su lucha y vamos a ayudarlos en su lucha".
Los milicianos del grupo Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), cercano a Al Qaeda, asaltaron varias ciudades de la provincia occidental desértica de Al Anbar tras la retirada del Ejército y aprovechando las tensiones producidas en el marco de las protestas de sunitas contra el gobierno de mayoría chiita de Nuri al Maliki.
Según dijo hoy el líder tribal Ahmed Abu Risha, en declaraciones a la televisión Al Arabiya, los terroristas han sido expulsados en un "90 por ciento" de Ramadi, la capital provincial, pero una amplia parte de la vecina Faluya continúa bajo su control.
Kerry consideró que los miembros de ISIS son "los elementos más peligrosos de la región. Su barbarie contra los civiles en Ramadi y Faluya y contra las fuerzas de seguridad iraquíes ha sido vista en todo el mundo", dijo a la prensa.
Según el Ministerio de Defensa de Bagdad, el sábado murieron 55 terroristas "en ataques del Ejército en colaboración con los clanes". Los enfrentamientos entre combatientes tribales y efectivos de la policía local contra los islamistas continuaban hoy en Ramadi. La detención de un diputado sunita hace una semana y el desmantelamiento de un campamento de protesta el lunes desataron enfrentamientos y sembraron el caos, situación que aprovecharon los terroristas para ganar terreno. La región fue también escenario de operaciones estadounidenses durante la guerra de Irak.