EFE
El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, quiere que la brasileña Odebrecht retorne al Estado la totalidad de los 29 millones de dólares pagados supuestamente en sobornos para adjudicarse millonarios proyectos, y de los que ya se comprometió a abonar 30 millones de soles (unos 9 millones de dólares).
Kuczynski afirmó en una entrevista a la emisora Radio Programas del Perú (RPP) que el dinero adelantado por Odebrecht como compensación por las ganancias ilícitas que obtuvo será destinado a la Fiscalía para que financie el proceso acusatorio contra la empresa, a la que además le solicitó enfrentar a la Justicia.
El mandatario peruano corroboró el compromiso anunciado recientemente por su primer ministro, Fernando Zavala, de que la empresa brasileña y sus compañías vinculadas no participen en más licitaciones de obras públicas en Perú.
El adelanto de los 30 millones de soles es parte del acuerdo alcanzado este jueves por Odebrecht y la Fiscalía de Perú para obtener información y una compensación por las coimas que entregó a funcionarios peruanos.
En virtud del convenio, Odebrecht entregará toda información o documentación que le sea requerida, incluso cuando esta se encuentre en otros países, y será corroborada y valorada en función de su utilidad y trascendencia para establecer las medidas que pudiesen corresponder en el acuerdo final.
En Perú, la empresa pagó 29 millones de dólares en sobornos a funcionarios entre 2005 y 2014, años que comprenden los Gobiernos de Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016), según se desprende del acuerdo firmado por la compañía con el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
En relación con la misma empresa, Kuczynski manifestó su confianza en que logre antes del 17 de enero garantizar la financiación para terminar la construcción del Gasoducto Sur Peruano (GSP), adjudicado en junio de 2014 por 7.328 millones de dólares, y cuya construcción tiene un avance del alrededor del 30 %.
Odebrecht busca vender el 55 % de su participación en el proyecto, donde también están inmersas la energética española Enagás y la constructora peruana Graña y Montero, después de que la energética estadounidense Sempra Energy renunciara en noviembre a comprar las acciones.
"Ellos se están saliendo del proyecto y hay uno o dos fondos de inversión de Canadá y de Estados Unidos, que completarían el grupo", reveló Kuczynski.
Respecto de la financiación de la obra, Kuczynski consideró factible eliminar una tasa impuesta en los recibos de luz destinada a complementar el retorno de la inversión acometida por la concesionaria.
"Se está creando un fondo porque, al principio, los tubos estarán medio vacíos, como en cualquier proyecto de gas, pero eso se puede suprimir. Eso se sustituye con una garantía del Gobierno", agregó.
El proyecto Gasoducto Sur Peruano consiste en el diseño, financiación, construcción, operación y mantenimiento de un sistema de transporte de gas natural a lo largo de 1.080 kilómetros, desde el yacimiento Camisea, en los Andes del sur de Perú, hasta el puerto de Ilo, en el océano Pacífico, con una concesión privada de 34 años.