DW
La empresa japonesa Takata, afectada por el escándalo de airbags defectuosos utilizados por distintas marcas de automóviles, se declaró el lunes (26.06.2017) en bancarrota, informó la compañía. Lo hizo ante un tribunal de la capital japonesa y debido a las pérdidas multimillonarias que arrastra por ese escándalo. La Bolsa de Tokio suspendió ya la cotización de la empresa.
Las obligaciones de pago de Takata superan el billón de yenes (8.988 millones de dólares), lo que convierte a la quiebra del fabricante de airbags en la mayor de una empresa japonesa hasta la fecha. En marzo de este año, la automotriz japonesa Toyota había llamado a talleres a casi tres millones de coches en todo el mundo por un posible desperfecto en los airbags fabricados por Takata, que hacían explotar el dispositivo, en lugar de inflarlo.
Los defectos son asociados con la muerte de al menos 16 personas en todo el mundo y 180 heridos. La compañía japonesa se declaró culpable ante la Justicia estadounidense y aceptó pagar una multa de 1.000 millones de dólares por los airbags defectuosos. La compañía confirmó que la mayoría de sus activos serán adquiridos por 175.000 millones de yenes (1.590 millones de dólares) su rival estadounidense, Key Safety Systems (KSS), ubicada en las inmediaciones de Detroit pero controlada por la china Ningbo Joyson Electronic.
"A pesar de que Takata ha sido afectada por la retirada global de airbags, la fuerza subyacente de la calificación de su personal, alcance global y los excepcionales volantes, cinturones y otros productos de seguridad no han disminuido", dijo el presidente de KSS, Jason Luo, en un comunicado.
2017-06-26