EFE
Centenares de miles de personas celebraron hoy la llegada de 2017 en la emblemática plaza de Times Square y presenciaron el descenso de la famosa bola de cristal desde lo alto del edificio Uno en los segundos previos al término del año.
La bola, de más de 5 toneladas y compuesta de 2.688 triángulos de cristal, bajó iluminada con sus luces ecológicas de color rojo, azul, verde y blanco, creando así un impresionante caleidoscopio.
El público congregado en la plaza, ataviado con coloridas bufandas rojas, gorros y globos con cintas doradas, cantó y aplaudió la llegada del nuevo año en la Gran Manzana entre una lluvia de más de 1.300 kilos de confeti y fuegos artificiales.
Las actuaciones de artistas como Mariah Carey, Gloria Estefan y Silentó amenizaron la espera a los asistentes, la mayoría de los cuales estuvieron de pie durante más de 6 horas con bajas temperaturas y sin poder moverse de su sitio.
Varios cantantes latinos participaron en las festividades, entre ellos Don Omar, que interpretó pegadizas canciones como "Danza Kuduro", "Zumba" y "Hasta Que Salga El Sol", y Luis Coronel, que hizo bailar al público con "Quiero Ser Tu Dueño" y "Me Voy de Rumba".
El espectáculo se inició con la actuación del grupo cultural chino SAFA, que sorprendió a los asistentes con una danza tradicional y una espectacular pirotecnia.
La cantante estadounidense Rachel Platten fue la encargada de interpretar, poco antes de medianoche, el famoso himno de paz "Imagine" de John Lennon, actuación que precedió al descenso de la bola.
Este año el invitado especial fue el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quien, junto al alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, activó el botón Waterford Crystal que hizo descender la esfera justo un minuto antes de la medianoche.
Se trata de un gesto simbólico, ya que el botón en sí mismo sólo inicia la cuenta atrás en el reloj, mientras que el descenso de la bola desde una altura de 40 metros se activa desde una sala de control de forma sincronizada.
La llegada del nuevo año coincidió con el fin del mandato de Ban en la ONU, que, tras una década al frente de la organización, ha sido reemplazado por el portugués Antonio Guterres este 1 de enero.
"En un momento en que el mundo parece cada vez más fracturado, dividido y desconectado, destacar la labor de las Naciones Unidas en nuestra celebración global es muy importante", señaló en un comunicado Times Square Alliance, encargada de las festividades.
Desde 1996, todos los alcaldes de la ciudad han tenido el privilegio de pulsar el botón junto a celebridades y personajes públicos que son elegidos por su aportación o importancia dentro de una comunidad determinada.
Entre los invitados en años anteriores figuran Bill y Hillary Clinton, Muhammad Ali, Lady Gaga y The Rockettes.
Como marca la tradición, tampoco faltó el "beso de medianoche" que se dieron las parejas justo después de las doce, un ritual de amor que, según los supersticiosos, evita 365 días de soledad.
Las celebraciones estuvieron acompañadas de estrictas medidas de seguridad, con registros en todos los puntos de entrada y fuerzas especiales antiterroristas desplegadas en las calles colindantes. En total participaron unos 7.000 agentes policiales.
Según se anunció el pasado jueves, las medidas especiales de seguridad incluyeron este año, por primera vez, 65 camiones cargados de arena y un centenar de vehículos para bloquear calles y evitar que pueda repetirse lo ocurrido en fechas previas en Berlín, donde un camión irrumpió en un mercado navideño y mató a doce personas.
La multitudinaria fiesta de fin de año en Times Square es mundialmente conocida y, pese al frío, muchas personas de alrededor del mundo viajan a Nueva York expresamente para presenciar el evento.
Los festejos en esa plaza se celebran desde hace 112 años, mientras que el descenso de la esfera, que se ha convertido en todo un icono, se lleva realizando desde 1907.
El diseño y los cortes de algunos de los cristales de la esfera representa los atributos de determinación, coraje y el espíritu necesario para triunfar sobre la adversidad.
Los dueños del "New York Times" comenzaron en 1904 a festejar la entrada del año en la azotea de su edificio, situado en esa misma plaza, primero con fuegos artificiales y a partir de 1907 con una bola iluminada.