EFE
Naciones Unidas decidió hoy suspender todas las operaciones de asistencia en Siria tras el ataque del lunes contra un convoy humanitario en la región de Alepo, agresión que el Movimiento Internacional de la Cruz Roja definió como un atentado a la humanidad.
"Por ahora no tenemos una visión global de lo que pasó, pero se ha tomado la decisión de que todas las operaciones humanitarias de convoyes sobre el terreno quedan suspendidas por el momento", afirmó Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).
Una posición contraria a la que tomó la Cruz Roja que si bien asumió que la agresión tendrá consecuencias, no ha decidido una suspensión total de sus actividades en Siria, confirmó a Efe la portavoz del CICR en Damasco, Ingy Sedky.
El convoy había sido organizado por Naciones Unidas y transportaba asistencia de diversas agencias humanitarias de la ONU, pero estaba siendo implementado sobre el terreno por la Cruz Roja.
"La Media Luna Siria (SARC), el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), y la Federación Internacional de la Cruz Roja y de las Sociedades de la Cruz Roja (FICR) están escandalizados por el horrible ataque a un almacén de la SARC y al convoy de ayuda a Auram al Kubra", reza un comunicado conjunto.
En el ataque murieron veinte civiles, además de un empleado de la SARC, Omar Barakat, uno de los directores de la organización.
"Barkat era un miembro valiente y comprometido de nuestra familia que trabajaba sin descanso para aliviar el sufrimiento de los sirios. Es totalmente inaceptable que nuestros empleados y nuestros voluntarios sigan pagando un tan alto precio", dijo el presidente de la SARC, Abdulrahman Attar.
Los caminos transportaban ayuda de primera necesidad para 78.000 personas que sobreviven en la zona de Auram al Kubra, en el oeste de la provincia septentrional siria de Alepo, que no había recibido asistencia desde julio, especificó Jens Laerke.
"Mucha de la ayuda quedó destruida. El ataque deja a miles de civiles sin comida ni asistencia", denunciaron las entidades.
De los 31 camiones que formaban el convoy, 18 resultaron totalmente destruidos, así como una clínica de salud que también quedó dañada, aunque por ahora la Cruz Roja no ha podido dar más detalles sobre lo que ocurrió exactamente con este centro.