El Gobierno británico insistió hoy en que el Reino Unido seguirá "apoyando" la integridad territorial de Gibraltar tras el último incidente con España por la incursión de un barco oceanográfico español en aguas gibraltareñas.
Un portavoz del primer ministro británico, David Cameron, defendió hoy la posición del Gobierno después de que el barco español "Ramón Margalef" hiciera esta semana una incursión en aguas gibraltareñas, lo que motivó el malestar de Londres.
"Hemos sido claros que apoyamos y seguiremos apoyando la integridad territorial gibraltareña. Creo que hemos sido muy claros sobre eso en el pasado y vamos a seguir siendo claros", puntualizó el portavoz oficial británico en su rueda de prensa diaria.
Preguntado sobre si Cameron consideraba incrementar la presencia de la Royal Navy (Marina) en el Peñón, se limitó a decir que el Reino Unido "ya tiene" militares en Gibraltar.
El ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, se mostró hoy a favor de aumentar la presencia de la Royal Navy en el Peñón y de "cualquier cosa que tenga un positivo efecto disuasorio".
"He comentado antes sobre la posibilidad de que más activos de la Royal Navy estén a disposición del comandante de las Fuerzas Británicas en Gibraltar", afirmó Picardo a la BBC.
El Gobierno británico convocó el martes al embajador de España en Londres, Federico Trillo, para comunicarle su malestar por la incursión del "Ramón Margalef" en aguas gibraltareñas, que calificó de "grave" y "provocadora".
La presencia del "Ramón Margalef" ya había sido denunciada por las autoridades gibraltareñas, si bien España la considera "rutinaria" en "aguas propias y españolas".
La llamada de Trillo al Foreign Office fue la tercera en un año por la situación en Gibraltar, después de que en noviembre de 2012 fuese convocado por presuntos incidentes con barcos españoles y en agosto pasado por los registros fronterizos.
En el incidente de ayer, tres patrulleras de la Guardia Civil española protegieron al "Ramón Margalef" ante la presencia de barcos de Gibraltar, que le enviaron varias advertencias e intentaron que no llevase a cabo esa actividad de prospección científica, según el Ministerio británico de Defensa.
Según el Foreign Office, ese buque efectuó trabajos de sondeo en las aguas territoriales británicas de Gibraltar los días 18 y 19 de noviembre, y no se detuvo pese a serle requerido así por radio, al alegar que lo hacía "con permiso de las autoridades españolas y en beneficio de la Unión Europea".
La última vez que el embajador español fue llamado a la sede del Foreign Office fue en agosto, cuando se incrementaron las tensiones entre el Reino Unido y España por los intensos registros fronterizos en Gibraltar, dando lugar a colas de varias horas. EFE