El marroquí Rafá Zouhier, condenado en España a 10 años de cárcel por suministrar los explosivos utilizados en los atentados en trenes de cercanías de Madrid el 11 de marzo de 2004 (11-M), saldrá en libertad el 16 de marzo y podría ser expulsado a su país, informaron hoy fuentes jurídicas.
La Audiencia Nacional española dictó hoy, con el informe favorable del fiscal, la puesta en libertad definitiva de Zouhier para la citada fecha, al quedar entonces extinguida la condena de 10 años que le fue impuesta en 2007, dado que su detención se produjo el 19 de marzo de 2004, días después de los atentados del 11-M.
Zouhier, quien fue confidente de la Guardia Civil española, podría ser deportado a Marruecos tras su puesta en libertad, ya que la ley española contempla como causa de expulsión haber sido condenado a más de un año de cárcel.
El 31 de octubre de 2007, la Audiencia Nacional condenó a Zouhier a 10 años de cárcel por un delito de colaboración con la célula islamista que perpetró los atentados del 11-M, en una sentencia en la que resultaron condenados 21 de los 28 acusados.
Entre los siete absueltos se encuentra uno de los principales acusados, Rabei Osman El Sayed, "Mohamed El Egipcio".
Según la sentencia, Zouhier actuó como intermediario entre un exminero español que suministró los explosivos y Jamal Ahmidan, líder de la célula que perpetró los atentados.
Sin embargo, le absolvió de cooperación necesaria en los atentados porque en su labor "era sustituible por otro".
Las condenas más abultadas fueron para los marroquíes Jamal Zougam y a Otman El Gnaoui como autores de 191 asesinatos consumados, 1.856 asesinatos en grado de tentativa y cuatro delitos de estragos terroristas, lo que representa un pena superior a los 42.000 años de cárcel.
El exminero José Emilio Suárez Trashorras, que facilitó los explosivos, fue condenado a 34.715 años por su relación con los atentados.
En el juicio del 11-M, celebrado entre el 15 de febrero y el 2 de julio de 2007, Zouhier se declaró "superinocente" y fue expulsado en varias ocasiones de la Sala, una de ellas por darle un codazo a otro acusado sentado junto a él en el banquillo. EFE