La canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés François Hollande manifestaron el jueves en París su voluntad común de reforzar el crecimiento y la competitividad en Europa, y se pronunciaron por un refuerzo de la Eurozona y por medidas en favor del empleo, con vistas al próximo consejo europeo.
Al término de una reunión de trabajo en el palacio presidencial del Elíseo, Merkel y Hollande presentaron una "contribución para reforzar la competitividad y el crecimiento" en la Unión Europea, en el mismo momento en que se anunciaba que el desempleo en Francia batió en abril un nuevo récord, con 3,26 millones de desocupados.
Esta contribución prevé "el desembolso acelerado" de 6.000 millones de euros en dos años en favor del empleo de los jóvenes en los países más afectados.
La cumbre europea del 27 y 28 de junio abordará las cuestiones económicas del crecimiento, la competitividad, el empleo, en particular el empleo de los jóvenes. En esa perspectiva, la contribución de Francia y Alemania será publicada y sometida a los otros 25 países de la UE.
Merkel y Hollande propusieron asimismo una reforma de la gobernanza de la Eurozona, abogando en favor de un "presidente a tiempo completo" del Eurogrupo.
Hasta el presente, ese cargo es desempeñado por un ministro en ejercicio en su país. Actualmente es ocupado por el ministro holandés de Finanzas, que sucedió al luxemburgués Jean-Claude Juncker.
Hollande había evocado ya esa cuestión en una conferencia de prensa que dio el 16 de mayo, al proponer un "gobierno económico europeo".
"Necesitamos más coordinación de política económica", para "una mejor cooperación, en particular dentro del Eurogrupo", afirmó Merkel.
"Dos caras de la misma medalla"
"Reconocemos que el saneamiento presupuestario y el crecimiento son dos caras de una misma medalla, y no son en absoluto contradictorios", recalcó la canciller alemana.
Hay que "dejar de pensar que Francia quisiera escapar a la disciplina presupuestaria. Tal pudo ser el caso en el pasado, pero desde hace un año hemos puesto orden, y no fue fácil tomar esas decisiones", comentó el presidente francés.
"Cada vez que se habla de Francia y Alemania es lo mismo, se cree que no estamos de acuerdo. Y la mayor parte de las veces estamos de acuerdo", agregó.
La víspera de la visita de la canciller, François Hollande replicó airadamente a la Comisión europea, estimando que ella no tiene por qué "dictar" a Francia lo que "debe hacer", luego que Bruselas exhortara al gobierno francés a realizar reformas en materia de jubilación y de mercado del trabajo.
La jornada de trabajo de Angela Merkel y François Hollande había empezado a primera horas de la tarde con una visita en el museo del Louvre a la exposición "De Alemania, 1800-1939″, que desencadenó una polémica en Alemania, donde la prensa denunció una visión reductora.
El Louvre presenta "su propia historia de Alemania, y esa historia confirma todos los clichés del vecino sombrío y romántico-peligroso", escribió el diario conservador Allgemeine Zeitung (FAZ).
Tras ello recibieron un informe sobre "la competitividad y el crecimiento" en Europa preparado por los empresarios Jean-Louis Beffa (Saint-Gobain) y Gerhard Cromme (Siemens).
El "informe Beffa-Cromme" contiene unas 30 propuestas sobre política energética, comercial, fiscal, inversiones, energía y competencia. Los dos países decidirán de aquí a la cumbre europea de fin de junio cuáles retienen.
La visita de Merkel a París terminó luego de la conferencia de prensa con una cena de trabajo en la presidencia francesa./AFP