Redacción Diario 2001
Bhanwarlal Doshi, es un empresario que desarrolló el comercio de plásticos valorado en 600 millones de Euros por la revista Forbes, fue recibido como monje del jainismo, una de las religiones más estrictas de Asia.
Dicha religión no solo exige la renuncia de bienes materiales, también profesa una absoluta no violencia que incluye no hacerle daño a los insectos, inclusive microbios.
Si tuviera esposa pasaría a ser célibe, de estar vestido de lujo ahora escasamente tendrá una túnica y caminará descalzo, del ajetreo social dará paso a la introspección y meditación y casi toda su gran fortuna será donada para obras de esa fe.
La búsqueda de un camino espiritual es algo común en India, pero el cambio radical en la vida de Doshi para alcanzar su moksha, o salvación, no tiene precedentes, según Amresh Dwivedi, del Servicio Hindi de la BBC.
No fue una decisión tomada repentinamente, a causa de alguna crisis mental o moral que el empresario pudo estar sufriendo. Bhanwarlal Doshi llevaba décadas considerando el abandono de su riqueza y la entrega a la espiritualidad.
Discutió sus planes con su familia que, al comienzo, rechazó la idea. Él quería recibir la diksha o ceremonia de consagración hacía tres años, pero no se lo permitieron.
Le tomó todo ese tiempo para convencerlos pero, al final, fue iniciado como monje de esa fe en una ceremonia de tres días, en la ciudad de Ahmedabad en el occidente de India.
"Estamos orgullosos de él. El honor y respeto que recibió cuando anunció su decisión es algo que hay que ver para creer", comentó su hijo Rohit al diario Ahmedabad Mirror, en India.
2015-06-03