El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, exigió hoy disculpas a su ministro de Economía y principal socio de Gobierno, Naftalí Bennett, por sus recientes ataques y le advirtió de que tiene otras opciones para crear una nueva coalición.
Netanyahu, líder del partido derechista "Likud", y Bennet, que encabeza la formación ultraderechista y procolona "Habayit Hayehudi", libran desde hace días un agrio pulso a causa del futuro de los asentamientos judíos en caso de un acuerdo marco con los palestinos.
"Bennett ha recibido un mensaje claro. Debe disculparse de forma clara e inequívoca, de otra forma deberá pagar un precio", afirmó la oficina del primer ministro, en declaraciones divulgadas este miércoles por la prensa local.
Según el diario "Haaretz", la crisis con Benett llevó a Netaynahu a cancelar una reunión prevista para hoy con varios ministros que tenía como objetivo estudiar el impacto del boicot de ciertas compañías y organizaciones a Israel.
Bennet volvió a criticar ayer con dureza la posibilidad de que un acuerdo de paz con los palestinos incluya el desalojo de las colonias en Cisjordania o que éstas queden bajo soberanía palestina, como bajara en la negociación que auspicia el secretario de Estado de EEUU, John Kerry.
"Nuestros padres y nuestros descendientes no perdonarán a aquel líder israelí que entregue nuestras tierras y divida nuestra capital", dijo el conflictivo ministro entre numerosos aplausos en un discurso en el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional, en Tel Aviv.
"Una nueva idea ha emergido. Los judíos puede vivir en sus tierras pero bajo soberanía palestina, esto no va a ocurrir", agregó.
"¿Saben por qué? ¿Saben por qué los judíos no pueden vivir bajo soberanía palestina y los palestinos no pueden gobernar a los judíos? Porque se matan", afirmó Bennett, citado por el diario local "Haaretz", en referencia a la matanza que llevó a cabo un colono en Hebrón en 1994.
Horas antes, y en el mismo foro, había sido proyectado un vídeo en el que el primer ministro palestino, Mahmud Abas, tendía la mano a Netanyahu, le ofrecía una reunión cara a cara y advertía de que la retirada de Israel de Cisjordana debería ser gradual pero completa, con un periodo de transición máximo de tres años.
El primer ministro israelí tomó la palabra después de su socio en el Gobierno, pero no aludió directamente a la polémica que amenaza la actual coalición y se limitó a indicar que no tiene intención de que el futuro estado sea binacional, en un discurso que los expertos israelíes explican hoy como un paso más hacia el centro.
"Lo que Netanyahu quiso decir es: Yo soy el centro. Mis posturas son de consenso y la opinión pública está conmigo y no con Benett", escribe hoy en "Haaretz" el analista político, Barak Ravid.
La formación de Bennett es el cuarta en número de escaños, pero tercera en la coalición del gobierno, pues el Partido Laborista con 15 diputados es el principal de la oposición.
La semana pasada, un responsable del minoritario partido "Hatnuá", que lidera la ministra de Justicia y jefa del diálogo con los palestinos, Tzipi Livni, ya instó a Netanyahu a romper la coalición y crear una nueva que contribuya a apuntalar los esfuerzos de paz. EFE