La pequeña ciudad estadounidense de Newtown se apresta a conmemorar en la más estricta intimidad el primer año de la masacre en su escuela de primaria Sandy Hook, en la que murieron 20 niños y siete adultos, incluido el atacante, con un servicio religioso que tendrá lugar este sábado.
Por petición expresa de las familias de las víctimas, los principales medios de comunicación aceptaron no personarse mañana en la pequeña ciudad de Connecticut, en el noreste del país.
También el presidente, Barack Obama, y su esposa, Michelle, permanecerán alejados de Newtown y se limitarán a guardar un minuto de silencio este sábado en la Casa Blanca, según anunció hoy su portavoz, Jay Carney.
Ya la víspera se había celebrado en Washington una misa y vigilia en la Catedral Nacional en honor de las víctimas, con el objetivo precisamente de desviar la atención de Newtown este sábado.
Familiares de las personas que murieron en la masacre hablaron durante la misa, recordando y orando por todas las víctimas de armas de fuego en el país.
Las campanas de la catedral sonaron durante tres minutos, en honor a las 30.000 personas que perdieron la vida el año pasado en el país por un disparo.
La masacre de Newtown fue cometida el 14 de diciembre de 2012 por Adam Lanza, un joven de 20 años que antes de dirigirse a la escuela a cometer la matanza había asesinado a su madre en su casa. Un año más tarde, siguen sin estar claros los motivos del agresor, que se suicidó tras el ataque.
El suceso conmocionó profundamente a un país que demasiado a menudo vive una tragedia de este tipo, pese a lo cual Obama no logró sacar adelante este año nuevas leyes para restringir la violencia de las armas. /DPA