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La última tormenta invernal en azotar el noreste de Estados Unidos perdió algo de fuerza al llegar a Nueva Inglaterra el jueves, mientras millones de personas en las áreas afectadas comenzaban la recuperación de un temporal que arrojó más de 30 centímetros (12 pulgadas) de nieve en algunas partes y dejó sin electricidad a decenas de miles.
Long Island, al este de la ciudad de Nueva York, recibió gran parte del embate, con Bay Shore y Patchogue registrando 19 pulgadas (48 centímetros) de nieve. Mientras algunas partes de Pensilvania recibieron más de un pie de nieve, las grandes ciudades junto a la carretera interestatal 95 registraron mucho menos. El Central Park de Nueva York registró unas 8 pulgadas (20 centímetros) y Filadelfia 7 pulgadas (18 centímetros).
La tormenta se debilitó un poco en las primeras horas de la mañana del jueves y Boston esperaba escapar con apenas unas pocas pulgadas de nieve para final del día. A lo largo de la costa de Massachusetts, los vientos tenían ráfagas de hasta 64 km por hora (40 millas) y algunas localidades lidiaban con inundaciones.
Las aerolíneas cancelaron más de 4.000 vuelos el miércoles, pero comenzaron a reanudar lentamente el servicio el jueves en el noreste. En tierra, Amtrak redujo su servicio de trenes en el corredor entre Boston y Washington y continuaba el jueves en horario modificado. Al menos dos muertes de tránsito se reportaron en Nueva Jersey y Nueva York.
En Nueva Jersey, algunas calles se inundaron a lo largo de la costa, incluyendo una en Point Pleasant Beach, donde unos patos nadaban en una intersección junto a un bote de basura mecido por las olas. Las empresas eléctricas del estado reportaron más de 75.000 usuarios sin servicio el jueves.
La tormenta arrojó nieve también en Virginia y Virginia Occidental a su paso al norte. Virginia reportó más de 240 accidentes de tránsito.
2018-03-22