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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunciará mañana un paquete de medidas ejecutivas para mejorar el control de la venta de armas de fuego, un decreto que incluye recursos adicionales para salud mental y contratación de agentes que deberán contar con el apoyo del Congreso.
El mandatario estadounidense toma estas medidas ante la inacción del Congreso sobre el asunto que, según ha reconocido, es la mayor frustración de su mandato, pero no podrá esquivar completamente la capacidad de bloqueo del Legislativo, controlado por los republicanos.
El Congreso tendrá que aprobar la petición de Obama de nuevos fondos en el presupuesto del año fiscal 2017, para la contratación de 200 nuevos agentes e investigadores del Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por su sigla en inglés) para mejorar la aplicación de la legislación sobre armas de fuego.
Asimismo, Obama quiere que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) contrate más de 230 examinadores y otro personal adicional para acelerar el proceso de las revisiones de antecedentes criminales.
Este aspecto es clave, defendió la fiscal general, Loretta Lynch, al explicar que la ley actual establece que si la revisión tarda más de tres días el comprador puede adquirir el arma sin haberse determinado si es apto o no para poseer una.
Una de las medidas fundamentales de este paquete es la que requiere que toda persona que haga negocio con la venta de armas se registre, obtenga una licencia federal y, por tanto, asuma la obligación de revisar los antecedentes criminales y de salud mental de sus compradores./EFE
04-01-2016