El presidente de EE.UU., Barack Obama, reiteró hoy que Irán debe demostrar con "acciones" que el objetivo de su programa atómico no es desarrollar armas de ese tipo en un intento de disipar la desconfianza israelí, cuyo primer ministro, Benjamin Netanyahu, pidió mantener las sanciones contra Teherán.
Obama y Netanyahu se reunieron en la Casa Blanca por algo más de una hora y abordaron también el estado de las negociaciones directas de paz entre israelíes y palestinos, reanudadas después de haber estado interrumpidas desde el año 2010, así como la situación en Siria y en Egipto.
Netanyahu y yo "estamos de acuerdo en que es imperativo que Irán no posea un arma nuclear (…) Y dadas las declaraciones y acciones del régimen iraní en el pasado, las amenazas contra Israel, está absolutamente claro que las palabras no son suficientes", enfatizó Obama tras la reunión.
Por ello, los iraníes "deben adoptar acciones que den a la comunidad internacional confianza en el hecho de que están cumpliendo sus obligaciones y no en posición de tener un arma nuclear", agregó el mandatario.
El pasado viernes Obama y su homólogo iraní, Hasan Rohaní, mantuvieron una histórica conversación, la primera entre los máximos líderes de ambos países desde 1979, sobre el programa nuclear de Irán que ha alentado las expectativas de un posible acuerdo global al respecto.
Netanyahu viajó a Washington "desconcertado" por ese acercamiento y su objetivo hoy era exponer a Obama su desconfianza sobre las intenciones de Rohaní, según dijo antes de partir.
Para que la diplomacia funcione con Irán, las "presiones" en forma de sanciones "deben continuar", apuntó el primer ministro israelí tras su encuentro con Obama en el Despacho Oval.
"Si Irán continúa avanzando en su programa nuclear durante las negociaciones, las sanciones (en su contra) deberían fortalecerse", comentó Netanyahu, para quien el régimen de Teherán sigue comprometido con la "destrucción" de Israel.
Por su parte, Obama repitió que considera necesario "probar" la diplomacia con Irán, aunque también admitió que el proceso "no será fácil" y que EE.UU. requerirá "los más altos estándares de verificación" en el cumplimiento de las obligaciones por parte de Teherán en caso de decidirse a relajar las sanciones.
"Nuestro compromiso con la seguridad de Israel es más fuerte que nunca", remarcó Obama, quien indicó también que EE.UU. no dejará fuera de la mesa ninguna opción, incluidas las militares, para asegurarse de impedir que Irán desarrolle un arma nuclear.
Por otro lado, Obama elogió a Netanyahu por la "buena fe" con la que está abordando las negociaciones directas de paz entre israelíes y palestinos.
"Tenemos una cantidad limitada de tiempo" para facilitar unas negociaciones que se traduzcan en dos Estados "viviendo lado a lado en paz y seguridad", advirtió el mandatario estadounidense al valorar también el "coraje" de Netanyahu para "estar dispuesto a dar un paso adelante en favor de ese objetivo".
Por su parte, Netanyahu señaló que sigue "comprometido" con una paz que, para ser "duradera", a su juicio debe basarse "en la capacidad de Israel de defenderse por sí mismo".
También dio las gracias al Gobierno estadounidense y en particular al secretario de Estado, John Kerry, cuyos esfuerzos han sido fundamentales para la reanudación de las conversaciones de paz directas entre israelíes y palestinos.
En cuanto a Siria, tanto Obama como Netanyahu se declararon satisfechos con la resolución aprobada la semana pasada por el Consejo de Seguridad de la ONU para destruir el arsenal químico de ese país y que haya consecuencias si el régimen de Bachar Al Asad no cumple.
Sobre Egipto, ambos expresaron sus "preocupaciones" por la situación en ese país, pero también su compromiso con desarrollar una "relación constructiva" con las autoridades de El Cairo.
Tras su visita de hoy a Washington Netanyahu intervendrá este martes en Nueva York ante la Asamblea General de la ONU. EFE