EFE
La comisión de la ONU que investiga los crímenes cometidos en Siria condenó hoy los ataques perpetrados supuestamente por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en las ciudades de Yabla y Tartús, en la provincia de Latakia, que causaron cerca de un centenar de muertos.
"Los ataques siembran el caos y el terror en las áreas del país en las que todavía había un resquicio de normalidad. La comisión se solidariza con los sirios y pide a todas las partes del conflicto que abandonen la violencia y hagan lo necesario para proteger a los civiles", declaró en un comunicado el presidente de la entidad, Paulo Sergio Pinheiro.
Los ataques cometidos el pasado 23 de mayo en las dos ciudades sirias son los primeros en la zona, que está controlada por las fuerzas gubernamentales del presidente, Bachar al Asad, y fueron reivindicados por el EI.
En ambos casos, los ataques fueron perpetrados con coches bomba y terroristas suicidas, en lugares con una gran afluencia de personas (una estación de autobuses y un hospital), con el objetivo de arremeter contra la población civil.
En este sentido, la comisión subrayó que los hospitales y el personal médico están protegidos por el derecho internacional y que atacarlos deliberadamente supone un crimen de guerra, por el que sus autores deben responder.
"En este momento, cuando los esfuerzos internacionales se centran en buscar un camino hacia la paz y en restaurar el cese de hostilidades, debe haber mayores esfuerzos para asegurar que los civiles son protegidos, especialmente de ataques terroristas", concluyó la comisión.
2016-05-24