El vicepresidente de la opositora Coalición Nacional Siria (CNFROS), George Sabra, aseguró hoy que la demora en la celebración de la conferencia de paz de Ginebra 2 se debe a la incapacidad de definir el objetivo final de esa cita.
"El dilema principal de la conferencia de Ginebra es la definición de su objetivo final (…) y el establecimiento de un mecanismo obligatorio para la aplicación de sus conclusiones", dijo Sabra en un artículo en el diario internacional árabe "Al Hayat".
El también presidente del Consejo Nacional Sirio (principal agrupación dentro de la CNFROS) señaló que la división de la oposición no es una obstáculo para la celebración de la conferencia, como considera el mediador internacional, Lajdar Brahimi.
Sabra acusó a Rusia, aliado tradicional del régimen sirio, de intentar que no se incluya el uso de la fuerza para garantizar el cumplimiento de lo acordado.
La segunda conferencia de Ginebra fue propuesta por Washington y Moscú en mayo pasado para dar una salida política al conflicto y aplicar la iniciativa acordada en la ciudad suiza en junio de 2012, que estipula la formación de un Gobierno de transición integrado por figuras del régimen y de la oposición.
"Si los países que supervisan el proceso de Ginebra son serios en acabar con la tragedia siria, la primera prueba será que emitan una resolución a través del Consejo de Seguridad de la ONU que obligue al régimen a cumplir lo que todo el mundo ve como única salida para salvar a Siria", opinó, en alusión a la renuncia de Al Asad.
Asimismo, agregó que la otra vía para ayudar al pueblo sirio sería prestarle ayuda militar cualitativa para que se pueda defender a sí mismo.
El Ejército Libre Sirio (ELS) pide frecuentemente a los países que apoyan a la oposición que le faciliten armamento avanzado, como misiles antiaéreos y proyectiles antiblindados, para cambiar la ecuación sobre el terreno.
Sabra consideró que la conferencia de Ginebra no puede terminar con un acuerdo para compartir el poder entre la oposición y el régimen actual porque, en su opinión, lo que está pasando en Siria es "una revolución democrática para liberarse del despotismo" y no una guerra civil.
Pese a los esfuerzos mediadores, la violencia sigue sacudiendo Siria, donde desde marzo de 2011 han muerto más de 100.000 personas, según la ONU. EFE