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El papa Francisco ofició una misa para pedirle a Dios la protección de todo el planeta ante la pandemia del coronavirus que ha dejado, hasta este viernes 27 de marzo, más de 25.400 muertos y más de 565 mil contagiados.
"Señor bendice al mundo, Da salud a los cuerpos y consuela los corazones. Tenemos miedo, pero tú, Señor, no nos abandones", expresó dentro de la basílica de San Pedro en donde oficia los ritos de la Semana Santa del Vaticano sin la presencia de fieles.
El Sumo Pontífice indicó que debido a esta crisis, el mundo entero descubrió la petición del señor Jesucristo el cual velaba por la unidad del planeta y pidió por la solidaridad para poder combatir la enfermedad.
"Nadie se salva solo. Frente al sufrimiento, descubrimos la petición de Jesús: que todos sean uno. Solos nos hundimos", dijo.
"No podemos seguir por nuestra cuenta, sino juntos. En esta barca estamos todos", agrega.
Esta histórica bendición "Urbi et Orbi" -a la ciudad y al mundo- en una plaza desierta, envuelta en silencio y mojada por la lluvia incesante, Jorge Bergoglio regaló a los fieles católicos del mundo una ceremonia inédita, una homilía y una bendición posterior que los creyentes católicos tuvieron que seguir a través de los medios de comunicación.
La bendición "Urbi et Orbi" se imparte habitualmente en tres ocasiones: cuando el papa es elegido sucesor de Pedro, el 25 de diciembre por Navidad y en Pascua.
Pero también se ofrece en ocasiones muy puntuales, como en 1942, cuando Pío XII lo hizo con motivo de su Jubileo episcopal y del XXV aniversario de las apariciones de Fátima.
Con información de EFE.
2020-03-27
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