La policía estadounidense continuaba investigando hoy los motivos que llevaron a un hombre de 23 años a disparar en el aeropuerto de Los Angeles y matar a una persona, informa hoy "Los Angeles Times".
Según el periódico, que cita fuentes policiales, el joven llevaba consigo una nota en la que hablaba de su "decepción con el gobierno", aunque a la vez subrayaba su intención de que no resultara herido ningún inocente.
El hombre entró a las 9:20 de la mañana (local) en la Terminal 3 del aeropuerto con un arma de asalto, comenzó a disparar y mató a un guardia de seguridad de la empresa aeroportuaria TSA. Siete personas resultaron heridas.
En el edificio cundió el pánico, el lugar fue evacuado y se cancelaron cientos de vuelos o bien fueron demorados. Decenas de miles de pasajeros se vieron afectados.
La pesadilla duró apenas unos diez miutos, pero la Terminal, utilizada por pequeñas aerolíneas nacionales, permaneció cerrada hasta horas más tarde.
Todo apunta a que el hombre disparó de forma intencional contra empleados de la Agencia de Seguridad en el Transporte (TSA), cuyos trabajadores no van armados y no pueden hacer detenciones. El muerto es un guardia de 39 años que estaba en el control de seguridad. Se trata del primer miembro de la TSA que muere en el trabajo.
Dos de sus compañeros resultaron heridos. La policía redujo finalmente al atacante disparándole varios tiros en el pecho, tras lo cual fue llevado herido grave al hospital. Según se informó, nunca ha trabajado en la TSA.
"Tenía suficiente munición como para matar literalmente a todos en la terminal", declaró el alcalde de Los Angeles, Eric Garcetti.
Antes del ataque el joven mandó un SMS a su hermano en Nueva Jersey en el que hablaba de pensamientos suicidas, por lo que su padre había alertado a la policía. Antiguos compañeros de escuela lo describieron como un solitario del que se burlaban otros alumnos. Hace unos años murió su madre. /DPA