EFE
El presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, reclamó hoy en la Cumbre del G77, que se celebra en la ciudad boliviana de Santa Cruz, la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU para "fortalecer el multilateralismo" y contribuir a la paz y a la seguridad internacional.
Con esa reforma se debe buscar también "la prevención de conflictos y crisis humanitarias derivadas de los grandes problemas económicos, sociales y ambientales que afronta la humanidad", dijo.
Sanchez Cerén pronunció un discurso en la ronda de intervenciones de la sesión plenaria de la cumbre, que reúne a delegaciones de más de un centenar de países en desarrollo y emergentes, además de China.
En la reunión se discute una propuesta de agenda de desarrollo mundial post-2015, que debe tomar el relevo a los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas.
El gobernante salvadoreño abogó porque los países del bloque sean "una sola voz", por lo que confió en su peso dentro de la ONU a la hora de fortalecer un sistema multilateral que sea "democrático, participativo equitativo y transparente" para hacer frente a los desafíos del desarrollo.
Asimismo, defendió la autonomía política de los países del sur a la hora de decidir sus formas de alcanzar el desarrollo, subrayó que "nadie debe inmiscuirse en los asuntos internos de cada nación" y deploró el "anacrónico bloqueo contra Cuba" y los intentos de interferir en los procesos electorales en países como Venezuela.
Para el mandatario centroamericano, la erradicación de la pobreza es el mayor desafío del mundo y, por ello, es necesario que la agenda de desarrollo post-2015 sea el resultado de un proceso negociador universal que tome en cuenta las características y las realidades de los países del grupo.
Durante su intervención, Sanchez Cerén quiso resaltar la importancia del combate al cambio climático, un problema que, dijo, obstaculiza el desarrollo de algunos países y genera cuantiosas pérdidas económicas que impactan de forma directa sobre las poblaciones más vulnerables.
A El Salvador, los fenómenos climáticos le han costado durante los últimos años cerca de 90 millones de dólares, lo que representa un 4 % del producto interno bruto (PIB), precisó.
Por eso, el gobernante subrayó el reto que representa lograr un desarrollo económico que aumente "en armonía con la naturaleza" porque el planeta "es la casa de todos", tanto de las generaciones pasadas como de las venideras.
"¿Cuál será nuestro legado?", se preguntó, en referencia al futuro de esas generaciones.
2014-06-15