El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró hoy por primera vez que si se demuestra que el gobierno sirio lanzó un ataque con gas tóxico contra la población, su país respaldará una intervención militar, aunque siempre en el marco de la ONU.
"No tenemos indicios exactos sobre lo que pasó (…) no tenemos indicios de que esas sustancias -ya sea armas químicas o cualquier tipo de sustancias químicas venenosas- hayan sido utilizadas precisamente por el ejército sirio", aseguró el presidente en una entrevista con el primer canal de la televisión rusa y la agencia AP que el Kremlin colgó luego en su web.
"Si hay pruebas objetivas de quién ha cometido ese crimen, reaccionaremos", aseguró. Pero estas pruebas deben ser "convincentes y no basarse en rumores o informaciones que los servicios secretos hayan espiado o de conversaciones o cosas similares".
"Incluso en los Estados Unidos algunos expertos creen que las pruebas presentadas por la administración (de Barack) Obama no son lo suficientemente convincentes y prueben que la oposición no haya realizado una provocación largamente planeada en el intento de dar a sus padrinos una excusa para intervenir", añadió Putin.
"A nosotros nos convencería un análisis detallado de este tema, así como pruebas claras que no dejen lugar a dudas de quién usó qué medios. Sólo entonces estaríamos dispuestos a actuar de manera decidida y seria", sentenció.
Sin embargo, matizó que un ataque contra un Estado soberano sólo puede ser decidido por el Consejo de Seguridad de la ONU. Hasta ahora, el poder de veto de Rusia en el gremio frenó las resoluciones condenatorias contra Siria, un régimen aliado de Moscú.
"Utilizar cualquier otro medio para justificar el uso de la fuerza (…) es inaceptable y no puede ser calificado de otra forma que de agresión", indicó el mandatario.
Además, Putin dijo que considera legítimo al gobierno del presidente Bashar al Assad y volvió a justificar la venta de armas en base a contratos anteriores. Sin embargo, aseguró que el moderno sistema de defensa antimisiles S-300 no fue suministrado aún.
Respecto de los videos en los que se ve a niños que fueron víctima presuntamente de ataques con gas venenoso, Putin, señaló: "Son imágenes terribles. Pero no dan respuesta a mis preguntas".
El presidente indicó que bien podría tratarse de la obra de extremistas relacionados con la red Al Qaeda, que "se caracterizan por una especial brutalidad" en sus actos.
"Además, me gustaría señalar que en el video en cuestión no se ve a los padres o a mujeres ni al personal médico, si mira usted el material con atención. ¿Qué gente es esa? ¿Qué es lo que pasó allí? No hay respuesta a esta pregunta. Las imágenes son crueles, pero no demuestran quién es culpable".
Las declaraciones de Putin se producen en la víspera de la cumbre del G20 de San Petersburgo de este jueves y viernes, cuando el presidente se verá con su homólogo estadounidense, Barack Obama, con quien está enfrentado entre otros temas también por Siria. Obama ha anunciado un ataque limitado contra el país árabe tras los indicios de un ataque con armas químicas cerca de Damasco.
Siria será uno de los principales temas del encuentro, pese a no figurar en la agenda oficial, dedicada a asuntos económicos.
De hecho, en la misma entrevista Putin reconoce que será difícil evitar hablar del conflicto. "En vista de que la situación en torno a Siria es grave y conflictiva, y el hecho de que seguimos sin estar de acuerdo sobre todos los aspectos de este importante problema, es posible que aprovechemos el hecho de que los líderes de las 20 principales economías se reúnen en San Petersburgo, y por supuesto, pueden dedicar algún tiempo a los debates sobre este tema", admitió.
Estados Unidos afirma tener pruebas de que Al Assad utilizó armas químicas en un ataque el 21 de agosto a las afueras de Damasco que según Washington causó la muerte de 1.429 personas. El gobierno sirio lo niega.