Según informes,la compañía taiwanesa Gold Apollo admitió el miércoles que había autorizado el uso de su marca en los beepers que explotaron en Líbano y Siria en una operación contra Hezbollah atribuida a Israel, pero que fueron fabricados por otra compañía con sede en Budapest, llamada BAC Consulting,
Los beepers utilizados por cientos de miembros de la milicia Hezbollah explotaron el martes de forma casi simultánea en Líbano y Siria. Al menos 12 personas murieron, incluida una niña de 8 años, y casi 3.000 resultaron heridas.
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Hezbollah y el gobierno libanés culparon a Israel por lo que parecía ser un sofisticado ataque a distancia.
Según afirmaron tres oficiales de inteligencia al tanto de la operación a NYT, BAC Consulting sería una empresa fachada controlada por la inteligencia israelí.
Un funcionario estadounidense dijo que Israel había informado a Estados Unidos el martes cuando hubo concluido la operación, en la que se detonaron pequeñas cantidades de explosivos ocultas en los dispositivos. La persona habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada a comentar la información de forma pública.
Relación de Gold Apollo con BAC Consulting
Los beepers AR-924 utilizados por los milicianos fueron fabricados por BAC Consulting KFT, con sede en la capital de Hungría, asegura un comunicado publicado el miércoles por Gold Apollo.
“Según el acuerdo de cooperación, autorizamos a BAC a utilizar nuestra marca comercial para ventas de productos en regiones designadas, pero el diseño y la manufactura de los productos son únicamente responsabilidad de BAC”, indicó el comunicado.
El nombre de la compañía que tenía un acuerdo con Gold Apollo aparece en la lista de la puerta de la casa donde tenía sus oficinas en Budapest (REUTERS/Marton Monus)
El presidente de Gold Apollo, Hsu Ching-kuang, dijo a los periodistas el miércoles que su empresa tiene un acuerdo con BAC desde hace tres años, aunque no presentó una prueba del contrato.
En torno a las 3:30 de la tarde, en todo sitio de Líbano donde hubiera un miembro de Hezbollah -comprando comida, en cafeterías o manejando autos y motocicletas en el tráfico vespertino-, los beepers en sus manos o bolsillos empezaron a calentarse y después explotaron, dejando escenas salpicadas de sangre y testigos en pánico.
Parecía que muchos de los afectados eran miembros de Hezbollah, pero en un primer momento no estaba claro si también personas que no formaran parte de la milicia llevaban los dispositivos que estallaron.
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