El rey Guillermo Alejandro de los Países Bajos Holanda prestó juramento y fue investido durante una reunión plenaria del Parlamento holandés en la Iglesia Nueva de Ámsterdam, ante unos 2.000 asistentes.
"Juro que defenderé y guardaré siempre con todas mis fuerzas la independencia y la integridad del territorio del Reino, que protegeré la libertad y los derechos de todos los holandeses y todos los residentes en los Países Bajos", dijo el monarca, al leer el texto de la jura con una mano sobre un ejemplar de la Constitución holandesa.
Guillermo Alejandro, de 46 años, es el primer rey de Holanda en 123 años, después de las reinas Emma (1890-1898), Guillermina (1898-1948), Juliana (1948-1980) y Beatriz (1980-2013).
En Holanda los reyes no son coronados, sino que prestan juramento y son investidos. Por esto, la corona como símbolo de la soberanía del reino de los Países Bajos no le fue colocada en la cabeza, sino que permaneció durante la ceremonia en una "mesa de credencia", junto con otras regalías como el cetro y la espada real.
A diferencia de sus antecesores del siglo XIX, Guillermo Alejandro no vestía un uniforme militar, sino un frac cubierto por el manto real, de armiño, que ya se había puesto del primer monarca holandés, Guillermo I, en 1815.
Al lado izquierdo del rey estaba sentada su esposa y ahora reina Máxima, de origen argentino, quien llevaba un vestido de color azul cobalto (en holandés azul real) diseñado por el modista holandés Jan Taminiau.
Entre los invitados extranjeros a la ceremonia de investidura figuraban representantes de todas las casas reales europeas y de varias no europeas, entre ellos el príncipe Carlos de Gales y la duquesa Camila, y los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia. /DPA