La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, recibió hoy a representantes de movimientos de homosexuales y, según dijeron los participantes en la reunión, expresó su condena a toda forma de discriminación.
"Nos dijo que el Estado tiene el deber de impedir toda violencia contra los homosexuales", declaró a periodistas Toni Reis, dirigente de la Asociación Brasileña de Gais, Lésbicas, Bisexuales, Travestis y Transexuales (ABGLT).
La reunión ocurrió un día después de la difusión de un informe oficial según el cual las denuncias de casos de violencia contra homosexuales en Brasil prácticamente se triplicaron en el último año al pasar de 1.159 en 2011 a 3.084 en 2012.
Según Reis, Rousseff no se pronunció directamente en relación a un polémico proyecto que se tramita en la Cámara de Diputados y propone que la red de salud pública ofrezca apoyo sicológico a aquellos homosexuales que quieran "revertir" su condición.
"No habló sobre eso, pero planteamos que queremos que el proyecto sea archivado, pues no se puede curar lo que no es una enfermedad", apuntó Reis.
La ministra de la Secretaría de Derechos Humanos, Maria do Rosário Nunes, quien estuvo presente en la reunión y ya ha expresado su rechazo al proyecto conocido como "cura gai", dijo que Rousseff "se posicionó en forma muy clara contra toda forma de violencia y discriminación".
Asimismo, "se solidarizó" con los derechos de los homosexuales y "determinó" que esa Secretaría debata junto con los movimientos gais las posibles alternativas para "enfrentar todo tipo de violencia", dijo la ministra./EFE
Viernes 28/06/13
(RB)